En la frontera franco-alemana está la colina 60. Durante todo el jueves ha recibido el fuego enemigo. Los alemanes concentraron toda su artillería pesada y los ingleses han soportado el más terrible bombardeo del que haya memoria. La explosión de las bombas enemigas en la colina le daban el aspecto de un cerro ardiendo, envuelto en llamas. Los ingleses reunieron a sus tiradores escogidos de todos los regimientos colocándolos delante de la colina con orden de disparar sobre los artilleros alemanes. Los tiradores permanecieron durante horas expuestos al terrible cañoneo, cumpliendo con su deber.