Estados Unidos ha visto con extrañeza muchos buques cargados de mercadería estadounidense destinada a puertos europeos neutrales que han sido apresados en altamar y llevados a sus puertos, donde son detenidos durante varias semanas por las autoridades inglesas. Por ello, el gobierno norteamericano ha protestado, pues esta actitud es una infracción a los derechos de los ciudadanos estadounidenses en altamar. Se deplora que pasados más de cinco meses desde que comenzó la guerra, el Gobierno Británico no haya cambiado su actitud con los buques neutrales.