Las ideas y sentimientos que nos sugiere el pensar que pasa un año más sobre nosotros; el pensar lo que seremos o lo que nos sucederá en el año que se aproxima, son cosas inefables. Un año más de vida, nos dicen casi todos. Mejor dijéramos: un año menos de vida. Este año que viene puede ser que sea mejor, nos consolamos a cada instante. Pero no hay tiempo mejor como el que ha pasado, se ha dicho. A este le amamos porque ya le conocemos. Al porvenir le tememos porque nos es desconocido. Se acerca 1924, el año del centenario que ojalá sea feliz para el Perú. H.L.M.