Debemos salir en defensa de las cifras de seguridad ciudadana presentadas por el presidente Ollanta Humala en su discurso de 28 de julio. Los datos demuestran una exitosa lucha contra el crimen, pero lamentablemente ello no ha sido entendido así por la prensa.
Por ejemplo, se critica que el presidente haya dicho que en el último año se detuvieron a 160 mil personas, porque ello implicaría 438 detenidos cada día y la construcción de 80 penales más (porque no hay cama para tanta gente). Sin embargo, ya se aclaró que dicha cifra en realidad se refiere a las personas intervenidas y no detenidas, pequeño detalle conceptual que no debería de deslucir tamaño logro, aunque ello implique considerar, por ejemplo, a unos cuantos cientos de alegres borrachines que pasaron la noche en alguna comisaría del país.
También se critica que se hable de la desarticulación de 4.767 bandas delincuenciales, porque les resulta inverosímil que 13 organizaciones criminales hayan sido liquidadas diariamente. Aquí nuevamente hay una confusión de conceptos: ¿Qué es un grupo? Una pluralidad de personas. ¿Cómo se logra dicha pluralidad? Con dos personas o más. Es decir, si hoy capturan a dos roba frutas en un mercado, ¡listo! Una banda delincuencial menos azota Lima.
Como vemos, todo tiene una explicación. Lo que pasa es que ningún periodista le preguntó al presidente si sus cifras eran brutas o netas. Un poco más de rigurosidad en los hombres de prensa no caería mal.