Nunca tuvimos tantas pruebas y testimonios sobre la corrupción en el poder. Hay tanto por investigar en las casi 400 páginas de la denuncia constitucional contra Pedro Castillo que hay líneas inexploradas, hechos desapercibidos y personajes secundarios que pasan piola. Ahí se resumen casos como el de ‘Los Niños’ y otros congresistas captados, además de las andanzas de Beder Camacho, pero hay mucho sustento probatorio que no aparece desarrollado. Con lo que ya tiene la fiscalía, se podría cerrar Palacio de Gobierno con cintas amarillas y purificar el Congreso.
Pero no es tan simple. Los malos traen cola y mueven hilos invisibles. Captan y extorsionan a quienes han recibido favores suyos. Por ejemplo, es lo que se presume que sucede en esa podrida bancada de Acción Popular (AP). ‘Los Niños’, identificados y allanados la semana pasada, son seis, pero dominan nítidamente sobre 14. Los ocho restantes no pudieron destronar a los seis ampayados y, para colmo, dejaron que Elvis Vergara fuese reelegido vocero. La única que se les enfrentó, cuando era presidenta del Congreso, fue María del Carmen Alva, y aparecieron audios que la importunaban, casi con seguridad filtrados por ellos.
Pongo un ejemplo: el congresista Wilson Soto de Huancavelica empezó a votar distinto a ‘Los Niños’ y próximo a Alva. Vimos en el hemiciclo que tuvo un altercado con Darwin Espinoza, ‘niño’ de Áncash. Fuentes de AP me contaron que Espinoza lo amenaza con hacer revelaciones que lo comprometan. Le pregunté, por escrito, si eso era cierto. Insistí. No me respondió. Podemos presumir que Soto y otros de sus colegas son extorsionados con la posible revelación de hechos o audios que los devasten. A la fiscalía solo le interesa probar delitos; no desentrañar estas subtramas que corroen almas. Para eso necesitamos un enfoque multidisciplinario.
El Ejecutivo está en buena parte desnudo gracias al trabajo de los fiscales y al aporte de los colaboradores eficaces. La prensa también ha ayudado. Pero el Congreso todavía oculta demasiado. No ha asumido el recorte de su inmunidad hecho mediante reforma constitucional el 4 de febrero del 2021, y manda a la Comisión de Ética y a la subcomisión de Acusaciones Constitucionales muchos casos en los que sería mejor dejar operar a la justicia ordinaria. Si la fiscalía cree que tiene suficiente sustento probatorio contra ‘Los Niños’ y presume que estos son un peligro para el proceso, que pida su detención preliminar, pues. Solo debiera tener cuidado al sustentar que los delitos que habrían cometido son comunes y no de función; es decir, no son fruto de su trabajo como congresistas. Cobrar coimas, traficar influencias e integrar una organización criminal, si es eso lo que se demuestra, son delitos comunes. Hay que limpiar a todos.