Los inicios de clases suelen estar acompañados de mucha ilusión y alegría; sin embargo, esto no se siente en Chiclayo, donde más de 200 alumnos tienen que asistir a un colegio que está rodeado de basura.
Todos los días, para ingresar y salir del plantel educativo, los estudiantes de primaria y sus padres deben cruzar grandes sábanas de desperdicios que posan en los exteriores del colegio Cruz de la Esperanza, en el sector del mismo nombre.
“Tenemos esa basura de los meses de enero y febrero. Ya iniciamos las labores escolares y esto sigue acá. El recolector no pasa tan seguido, por eso los vecinos también han escogido este lugar”, lamentó la directora Olinda Díaz Rubio a Exitosa noticias.
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Pero este no es el único lugar perjudicado. Una posta de la zona, donde a diario se atienden cientos de pacientes, también está rodeada de montículos de desechos.
“El centro de salud se ha convertido en un botadero de basura. Le pido a la municipalidad que mande los camiones de basura frecuentemente”, sentenció la mujer al mismo medio.
Los padres de familia también se sumaron a este pedido, ya que temen por la salud de sus hijos que todos los días se movilizan por dicho sitio.
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