Dicen que lo que se hereda no se hurta. Desde los siete años de edad, Juan Heredia Sánchez quedó maravillado con el cultivo de café. Su padre, quien tenía una finca en el caserío Flor del Norte, en la provincia de Jaén (Cajamarca), le enseñó todo lo necesario para que pueda abrirse paso en la industria cafetalera.
Ubicada a 1.800 metros sobre el nivel del mar, la finca “Flor del Norte” ha producido café de tipo caturra, típico y bourbón por muchos años. Juan explica que la altitud y clima de sus tierras no permite que su cultivo se vea afectado por la roya -plaga que daña a las cosechas-, y eso le ha otorgado un plus a su producto.
“Desde los 7 años siempre me ha gustado sembrar el café, yo siempre digo que soy hijo de un agricultor. Mi papá sembraba antiguamente granos de típico, caturra y bourbón y yo he seguido su legado. Además, la altura donde se encuentra mi finca disminuye el nivel de afectación de la roya”, dijo a El Comercio el cafetalero cajamarquino.
Juan participó en la “Taza de Excelencia – Perú 2017”, certamen que reúne a caficultores de distintas partes del país a fin de colocarlos en el mercado internacional.
En la edición del año pasado, 19 productores peruanos trajeron sus productos a Lima y participaron de una subasta electrónica. El café de Juan fue uno de los más solicitados y pudo concretar ventas de hasta US$ 10 mil el quintal.
“Yo vendí mi café en US$ 10 mil el quintal a un ciudadano japonés, luego de llegar a 92 puntos en el certamen. Este fue un nuevo récord para el Perú. A raíz de esto varios amigos de otros países me han visitado y han ido hasta mi finca para comprar mi producto. Vienen de Corea del Sur, Suecia, Japón, Estados Unidos, entre otros”, dice Juan.
No conforme con lo que ha logrado hasta ahora, Juan participará de la “Taza de Excelencia – Perú 2018” y espera repetir el primer puesto. “Quedar en el primer puesto en mi país me ayudó a mejorar mi calidad de vida junto a mi familia. También me incentivó a comprar un pedacito de terreno para sembrar más café y este año pienso comprar unas dos o tres hectáreas más, para mejorar la calidad y el proceso de este café 100% orgánico”, comenta.
Pero Juan no quiere estancarse y su deseo es expandir su oferta de granos de café al público. Recientemente ha traído de Panamá un tipo de café que quiere sembrar en su finca.
Finalmente, Juan invitó a todos los peruanos a consumir el café nacional y si es posible visitarlo en su natal Cajamarca para degustar junto con él una taza de su exitoso producto.
“Invito a todos los productores peruanos a participar de esta Taza de Excelencia 218, además, al resto de compatriotas tomar el café peruano y si es posible el de Juan Heredia, visítenme por Jaén, para tomar un cafecito junto conmigo”, expresó.
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