Según el Ministerio del Ambiente, la Amazonía abarca en su totalidad los departamentos de Loreto, Ucayali y Madre de Dios. Casi en su totalidad a San Martín y Amazonas; muy parcialmente los departamentos de Pasco, Junín, Huánuco y Cusco; y finalmente ciertas áreas protegidas de Cajamarca, Puno y Ayacucho.
Tomando como ejemplo a cinco de estos (Loreto, Ucayali, Madre de Dios. San Martín y Amazonas) podemos hablar de realidades heterogéneas. En el ámbito político, por ejemplo, esta es la situación:
Teniendo en cuenta los tres procesos electorales (2002-2006-2010) solo tres de las cinco regiones mencionadas han tenido autoridades reelectas. Hablamos de Loreto, San Martín y Ucayali.
En Loreto, Robinson Rivadeneyra ganó la elección en 2002 a través de Unipol. Los siguientes dos procesos los ganó Yván Vásquez Valera, hoy detenido e investigado por el presunto delito de colusión agravada (que es tan solo una de las acusaciones en su contra.
En Ucayali, Edwin Vásquez ganó en 2002 por el Movimiento Independiente Nueva Amazonía. Las dos siguientes elecciones fueron para Jorge Velásquez Portocarrero (Integrando Ucayali). Hoy, este presidente regional tiene más de 200 denuncias en su contra y está bajo comparecencia restringida.
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Pucallpa. La comunidad de Quimpiriati, devastada por la minería ilegal. (Foto: Karen Zárate/El Comercio)
Con San Martín la volatilidad electoral fue menor y la acusaciones de corrupción en el uso de recursos públicos también. En 2002 ganó el aprista Max Ramírez García. Cuatro años más tarde ingresó César Villanueva Arévalo (Movimiento Nueva Amazonía) y en la siguiente elección repetiría el plato. Es en estos últimos años que se crea la denominación “Modelo San Martín”. No se conoce proceso judicial contra el fugaz ex primer ministro.
ALTA VOLATILIDAD ELECTORALLa volatilidad electoral sería algo más notoria en Amazonas y Madre de Dios. Quizás con resultados diferentes pero con un mismo detalle: la poca fortaleza de los partidos políticos, incapaces de ganar una elección en los últimos dos procesos.
En Amazonas ganó el aprista Miguel Reyes en 2002, luego ingresaría Óscar Altamirano (Fuerza Democrática) y finalmente el ex viceministro de Hacienda José Arista por la Alianza Regional Juntos por Amazonas.
Finalmente, en Madre de Dios la situación fue también inestable: tres diferentes presidentes regionales en tres elecciones. En 2002, Rafael Ríos López por el Movimiento Nueva Izquierda. En 2006 Santos Kaway Komori (Obras Siempre Obras) y en 2010 José Aguirre Pastor (Bloque Popular Madre de Dios).
El Comercio informó a inicios de julio que casi todos los candidatos a la presidencia de dicha región están relacionados con la minería ilegal, actividade que ha devastado un importante trozo de territorio.
Es así como Luis Otsuka Salazar (Democracia Directa), presidente de la Federación Minera de Madre de Dios, y Juan Imura Cjuno (Fuerza por Madre de Dios), quien es investigado por traficar insumos que utilizan los extractores ilegales de oro, buscan ganar la elección del 5 de octubre próximo amparados en un proceso cuestionado por muchos y defendido por varios otros: la descentralización.
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Madre de Dios. Actividades de interdicción en la zona de amortiguamiento de Tambopata. (Foto: Rolly Reyna/El Comercio)
POLÉMICA TRAS UNA DÉCADALa encuesta nacional de Ipsos Perú para El Comercio realizada en junio pasado arroja dos cuadros interesantes sobre el proceso de descentralización que se lleva a cabo en Perú hace más de una década.
El primero indica que el 61% de entrevistados considera que la creación de los gobiernos regionales tuvo un efectivo negativo para su región. Asimismo, 56% menciona que el efectivo fue nocivo para el país en general.
De la misma manera, la gran mayoría de los ciudadanos se muestra a favor de decisiones que muchos defensores del proceso cuestionan. Por ejemplo, 85% aprueba congelar las cuentas de los gobiernos regionales vinculados a temas de corrupción. 72% señala que debe prohibirse la reelección inmediata de presidentes regionales y 85% apoya que los presidentes regionales deban acudir al Parlamento cuando este poder del Estado así lo requiera.
Entonces, corrupción, volatilidad electoral, deforestación, bajo crecimiento económico y por ende lenta reducción de la pobreza caracterizan a decenas de provincias insertas dentro de las regiones.
PROPUESTAS Y VISIONES SOBRE LA AMAZONÍAPara conversar sobre la situación de la Amazonía, buscamos a la economista y directora del Instituto de Estudios Peruanos, Roxana Barrantes. Ella es co editora del libro “Amazonía peruana y desarrollo económico” (IEP-GRADE,2014).
La publicación realiza un repaso de los cambios que ha sufrido la Amazonía en factores como, por ejemplo, la infraestructura. A manera de recomendación, el libro propone concentrar esfuerzos no en un desarrollo económico por sí mismo, sino en intentar lograr un desarrollo sostenible e intercultural.
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“Te vuelves más competitivo mientras más responsable con el ambiente seas”, señala la economista. (Foto: Cortesía/IEP)
-El libro deja la idea de que gran parte del desarrollo en infraestructura en la Amazonía se explica por el interés del Estado, a través de los gobiernos, de extraer recursos de allí. ¿Es correcta esta visión? ¿Es probable que si no hubiera estos recursos en la Amazonía, no se habría dado un avance en materia de infraestructura?
La visión del libro y los datos que tenemos podrían confirmar esta visión. De hecho, el desarrollo del país está de espaldas a la selva y eso se manifiesta en la inversión pública, en que efectivamente una vez que detectas que hay hidrocarburos vas y te aproximas al territorio de una manera extractiva y que asume que el espacio está vacío. Y el espacio no está vacío. Esta zona es rica en ecosistemas y los ecosistemas cumplen funciones para la vida de todos en el planeta y, además, el territorio tiene seres humanos, personas, pobladores, tiene peruanos. La idea es ver cómo desde una visión de política pública se ha relacionado con el territorio amazónico. Entendiendo que el territorio amazónico peruano es parte de uno de los depósitos de carbono más importantes del planeta tierra.
-Y que la Amazonía no es un territorio homogéneo.
Además, ese es otro tema. Es heterogéneo, son diversos los ecosistemas, son diversos los tipos de población que dependen de la Amazonía para su supervivencia. De esos diversos ecosistemas y de la interacción de estos. Entonces, lo que estamos tratando de mostrar es una visión más amplia, que tiene que incorporar al territorio con una visión nacional y no solo con una visión de extracción de aquello que resulte valioso hoy.
-Por el otro lado, las cifras de crecimiento del PBI en la Amazonía han aumentado muy lentamente. Aún gran parte de la población amazónica está sumida en la pobreza.
El último capítulo del libro hace un estudio cuantitativo de los efectos de la constitución de Áreas Naturales Protegidas (ANP) sobre la tasa de deforestación y la pobreza de las poblaciones circundantes. Efectivamente, los datos cuantitativos muestran que no está tan claro el efecto que puede tener sobre estas, la constitución de ANP y ahí hay una puerta para la política pública. Si uno comprende que el tema de conservación es un tema de ecosistema y sí tiene una visión antropocéntrica centrada en el ser humano para la protección de ecosistemas, tú tendrías que convertir a tus poblaciones circundantes en socios de esta protección. De tal modo que sea una situación de ganancia – ganancia para todos lo involucrados.
-Entonces, ustedes no proponen un conservacionismo extremo ni lo contrario. Quizás una política pública más eficiente.
Así es, Y eficiencia tomada a corto plazo y a largo plazo. A corto plazo, claro, hay que aumentar el PBI, pero a largo plazo tienes que hacer que los sistemas de sostenimiento de la vida humana en el planeta permanezcan y no que por acción de los seres humanos tengamos efectos de búmeran sobre proyectos de desarrollo hoy que a largo plazo pueden generar pobreza para todos.
-Sin embargo, muchas de estas políticas se deben llevar a cabo desde las regiones. Hace unos días vimos al presidente regional de Loreto en un mitin diciendo que “esperará sentado a que lo capture la Policía”. Si la descentralización no ha fracasado, al menos está en graves problemas.
El proceso de descentralización no se convirtió en política de Estado. Si hubiera pasado esto, nadie hubiera podido debilitar el Consejo Nacional de Descentralización. Hubiera habido un acompañamiento de política pública desde la Presidencia del Consejo de Ministros al proceso descentralizador y de delegación de funciones, etc. Claro, uno tiene que juzgar la descentralización que existe, pero esta careció de un acompañamiento imprescindible dada la heterogeneidad de capacidades para implementarla en las diferentes regiones. Entonces, creo que seguimos aportando por la descentralización pero implementada de una manera más responsable.
-Lamentablemente, la población podría no estar muy a favor de insistir en la descentralización. Aunque sí se reconoce que falta reforzar las instituciones.
En el libro no hemos trabajado los temas institucionales. Creo que es una investigación pendiente los diferentes arreglos institucionales para promover inversión eficiente a nivel sub nacional. Ese es un tema pendiente. Hay lugares donde sí se dan casos buenos. San Martín, por ejemplo. Entiendo que Moquegua también.
-Usted escribió un ensayo titulado: “Inclusión social: objetivos, programas, recursos y gestión pública en el Perú”. ¿Hasta donde cree usted que deben estirarse las licencias con el medio ambiente en un país que necesita crecer para tener dinero para financiar los programas sociales?
Ese es un modelo de crecimiento, donde tú necesitas la gran inversión que te genera grandes excedentes que pasan por el sector público para ser repartido. Es un modelo muy centralizado de redistribución. Pero hay otros modelos que unos puede pensarlos de manera alternativa. Y finalmente, lo que está en la base de cualquier proyecto de inversión tiene que ser una sostenibilidad y esto pasa porque las personas, hoy, tengan condiciones de vida decentes como ellos las definen. Por supuesto, estamos en un territorio nacional y si hay una política nacional de vacunación pues tenemos que hacer políticas interculturales para poder incluir a los niños de comunidades nativas, grupos étnicos en estas políticas de vacunación, de cuidado materno infantil, etc. Porque son ciudadanos peruanos, son derechos humanos. Entonces, ahí yo no veo posibilidad de hacer un desarrollo que te genere estos excedentes sin un cuidado ambiental. Además, buena parte de recursos naturales son para mercados internacionales y estos cada vez son más exigentes con las condiciones de cuidado ambiental y sostenibilidad de productos que consumen y compran. La verdad es que yo no veo este dilema. Tú te vuelves más competitivo cuando más responsable con el ambiente seas. Eres capaz de colocar tus productos en más mercados. E inclusive con premios, sobre el precio por – por ejemplo – se reconoce que el cuidado ambiental te demanda costos adicionales. Entonces, es un falso dilema.
-Finalmente, ¿cuál cree usted que es la visión que persiste sobre la Amazonía si tenemos en cuenta estos últimos 40 años?
Lamentablemente, la del espacio vacío de personas y ecosistemas. Hay una visión alrededor del modelo de desarrollo que ve la Amazonía como un gran espacio donde hay que ir. Y la Amazonía es un territorio que brinda servicios a todo el planeta alrededor de la estabilización del clima, flujo de recursos hídricos y donde hay personas, cada una con su manera de vivir y diferentes a las nuestras. A mí me gustaría que sean similares en diferentes sentidos pero estamos todavía en un proceso de acercamiento cultural. De ahí la necesidad de políticas interculturales fuertes, en serio. De tal modo que podamos hacer diálogos y lograr respecto a cómo son nuestros territorios.