En su objetivo de calcular los niveles de contaminación del aire en zonas de difícil acceso, un equipo de investigadores peruanos ha logrado desarrollar un dron capaz de medir los niveles de los gases contaminantes en las cimas de los Andes y bajo las condiciones climáticas más extremas.
El dron está desarrollado para funcionar allí donde otros prototipos convencionales no son fiables: a 5.000 metros de altura puede volar más de veinte minutos gracias a unas baterías cuya vida no se reduce por el intenso frío, dijo el profesor Francisco Cuéllar, uno de sus creadores.
La aeronave es capaz de cargar hasta dos kilos y está equipada con sensores que miden gases como el dióxido de nitrógeno, dióxido de azufre, monóxido de carbono, ácido sulfhídrico y ozono, además de partículas de polvo.El dron también cuenta con un software que analiza los datos obtenidos por los sensores y permite crear mapas de contaminación.
El prototipo es el proyecto de tesis que Mónica Abarca desarrolló con la asesoría de los profesores Francisco Cuéllar y Carlos Saito. La ingeniera graduada de la Pontificia Universidad Católica del Perú (PUCP) conversó con El Comercio en el mes de mayo. “El dron fue diseñado desde cero como parte de mi proyecto de tesis. Su misión consiste en medir no solo la contaminación del aire, sino también la radiactiva”, dijo Mónica entonces.
Los múltiples usos del dron
Una de las primeras misiones del dron fue a 4.200 metros de altura, cuando fue requerido por la minera Yanacocha, en la región de Cajamarca, en el norte de Perú, para medir la contaminación ambiental del aire.
“Las mineras miden la contaminación en casetas fijas que son caras. Implementarlas puede costar un millón de soles (unos 296.000 dólares), mientras que los drones pueden ser un complemento más accesible y con mayor alcance en emergencias”, detalló Cuéllar.
El prototipo sobrevoló también a unos 5.100 metros de altura el glaciar Suyu Parina, ubicado en la región de Cusco, con el objetivo de medir el retroceso del glaciar por medio de una cámara implementada en el dron.
La capacidad de la aeronave de llegar a zonas de difícil acceso ha suscitado el interés del Instituto Geofísico del Perú (IGP), que ha solicitado el dron para que controle el proceso eruptivo del Ubinas, ubicado a 5.600 metros de altura.
El interés por la aeronave ha alcanzado nuevos horizontes al haber captado la atención de empresas agrícolas interesadas en emplearlo para medir los niveles de insecticidas de sus cultivos.
EFE / El Comercio