Pese a la proximidad de lluvias intensas, desbordes de ríos y caídas de huaicos en el país, las autoridades apenas han ejecutado un porcentaje mínimo del presupuesto destinado a obras de prevención ante este evento climático. De acuerdo al informe del Megaoperativo de Control al Gobierno Nacional de la Contraloría General de la República, hay un retraso sustancial en la descolmatación de ríos y la limpieza de las quebradas para contrarrestar los efectos del Fenómeno El Niño.
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Durante la presentación de resultados de dicho informe, el contralor Nelson Shack precisó que, de abril a julio de este año, existe un avance del 5,6% en la ejecución presupuestal del gasto de emergencia por el Fenómeno El Niño. Es decir, solo se han utilizado S/200 millones, de un total de S/3 mil 566 millones.
Shack indicó que esta “incapacidad del Estado” no se debe a una falta de dinero, ya que señaló que existe el presupuesto necesario para hacerle frente al evento. Sostuvo que lo que hace falta es que las autoridades se decidan a tomar verdadera acción, más allá de los decretos y disposiciones que se quedan solo en el papel. Agregó que, de ser requerido, se debería reasignar el dinero destinado a ciertas entidades: quitarle al que no está ejecutando y dársele al que sí lo puede hacer.
“Ya vimos toda la desgracia que ocasionó Yaku y la incapacidad del Estado. Imagínense cuando se desborden nuevamente los ríos. Entre abril y julio se han sacado 26 dispositivos legales (decretos supremos, decretos de urgencia, entre otros) y se han habilitado 3.566 millones de soles, sin embargo, hasta ahora se ha gastado solo el 6%. Ya no va a haber tiempo para la descolmatación y limpieza de los cauces y quebradas. Todo indica que las lluvias empiezan en noviembre y si son severas imagínense lo que pasará en enero, febrero y marzo”, expresó.
El contralor añadió que si bien existen otros S/825 millones comprometidos a través de órdenes de servicio, lo que representa cerca de la cuarta parte del presupuesto, no alcanzaría el tiempo para poder ejecutarlos. “Esto no sería ningún problema si no tuviéramos El Niño, pero se supone que esto tiene que estar antes, porque después se convierte en un problema administrativo y legal”, explicó.
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El balance descrito en el informe comprende a un total de 856 entidades públicas: 207 del gobierno nacional, 59 del gobierno regional y 590 del gobierno local. La mayoría de ellas no ha cumplido con sus planes específicos del Sistema Nacional de Gestión del Riesgo de Desastres (Sinager). Se trata de 7 planes: contingencia; continuidad operativa; rehabilitación; difusión y educación comunitaria; operación; preparación; y prevención y reducción de riesgo de desastres.
Asimismo, los planes que menos se han cumplido en el nivel de gobierno nacional son rehabilitación (3%) y difusión y educación comunitaria (3%). En el caso del gobierno regional es el plan de preparación (7%), mientras que a nivel de gobierno local prácticamente no se ha avanzado nada en la estrategia de continuidad operativa (2%).
“No hay planes. (Los gobiernos) no saben cómo será la rehabilitación, no tienen planes de continuidad operativa, no hay planes de preparación, simplemente no hay. Todo es improvisación. Cuando los desastres son de gran magnitud no nos podemos arriesgar a esta situación de irresponsabilidad, porque esto va a generar muerte. A la hora de la hora nadie va a saber qué hacer. La prevención es antes. No tenemos una cultura de prevención”, dijo Shack.
Comentó, además, que se la Contraloría ha desplegado cientos de auditores a nivel nacional, principalmente en las zonas más propensas a sufrir las consecuencias de las lluvias intensas (norte del país) y que permanecen a la espera de que se ejecuten las obras para poder realizas las diligencias respectivas. “Hay obras en las que si no estás ahí presente te roban. Un ejemplo son las descolmataciones. Por eso se han desplegado auditores, para que vayan a ver. Pero si no hay obras qué van a auditar. Están esperando. Ese es el problema, la capacidad operacional”, exclamó.
Un ejemplo de deficiencias
El contralor Nelson Shack brindó también detalles de una de las obras que se desarrollan en el marco de la prevención ante el Fenómeno El Niño y que viene siendo impulsada por la Autoridad para la Reconstrucción con Cambios (ARCC). Se trata de la limpieza y descolmatación del canal de Chutuque y protección de Virrilá en el río Piura. Indicó que los auditores han hallado deficiencias en la contratación del servicio.
El periodo de evaluación fue entre junio y agosto del 2023, mientras que el informe del mismo se emitió del 5 de julio al 18 de agosto de este año. En tanto, el monto de inversión des S/102′800.000.
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Son 4 los principales hechos identificados por el órgano contralor:
Deficiencias en términos de referencia
Los términos de referencia para la contratación del servicio no contienen algunas características, como el marco técnico normativo que regule la ejecución de actividades o el informe quincenal de pago que no establece descripción de partidas, entre otros. Todo ello podría genera controversias, afectando la adecuada dirección técnica y plazos establecidos.
Falta de experiencia en personal clave
El consorcio sustentó experiencia de personal clave con certificados de trabajo referidos a una obra que fue determinada como información inexacta por el Tribunal de Contrataciones del Estado.
Falta de ficha técnica
La ARCC no cuenta con ficha técnica definitiva para la prestación del servicio ante la persistencia del contratista de no subsanar las observaciones formuladas a su entregable final, situación que podría afectar la ejecución del servicio.
Demoras en difusión de cronograma de convocatorias
Existe una demora de la ARCC en el cumplimiento del cronograma para la difusión de los términos de referencia, presentación de cotizaciones y selección de proveedor, lo que podría afectar a la población y actividades en departamentos declarados en emergencia.
“Esta es la obra más importante en el proceso de descolmatación que se está haciendo y la está viendo ARCC. Hay una serie de deficiencias en el proceso de servicio. No solo no están las maquinarias que deberían estar. En algunos casos ni siquiera está el personal. Obviamente no están avanzando como se debería, sino que además se supone que en agosto deberíamos tener la ficha técnica definitiva para la prestación de servicios. ¿En qué va a consistir? ¿Si no se tiene la ficha cómo vas a prestar el servicio?”, dijo Shack.
Reacciones
En diálogo con El Comercio, el Dr. Jorge Vargas Florez, ingeniero, docente y coordinador del Grupo para la Gestión de Crisis y Desastres PUCP, calificó de “lamentable” que las personas a las cuales hemos confiado para poder estar en los gobiernos locales, regionales y nacionales no estén, ni seguramente van a estar, a la altura de direccionar una política óptima de prevención de desastres en el Perú.
“Estos eventos son cíclicos, no son extraordinarios en absoluto, tienen una frecuencia y una recurrencia conocida. La prevención y su gestión requieren claramente de elementos de soporte que están agregados en estos órganos de gobierno como los catalizadores de la puesta en marcha y hay una infraestructura que claramente está orientada hacia el ámbito de la respuesta”, detalló.
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Vargas explicó que la limpieza de los causes de los ríos, la preparación de acueductos de drenaje, reservorios en las alturas para copiar el agua e irla discurriendo progresivamente, la canalización de las aguas, claramente no son obras que se van a hacer en meses, ni en un año, sino que demandan mayor tiempo, pero que de forma preventiva se hacen en las épocas en que no se no se requieren, sabiendo que en algún momento se van a requerir.
“Ese momento ha llegado este año y en unos meses vamos a tener el mismo escenario que se ha tenido en años anteriores donde solamente se va a tener que esperar que funcione alguna medida respuesta. Claramente el escenario se va a ver desbordado frente a lo que se va a presentar”, consideró.
Para el experto, lo que está fallando es privilegiar los intereses particulares por sobre los intereses públicos, pues sí existen planes de prevención, que son casi los mismos que se aplican en todo el territorio nacional y que existen en otros países. “Los planes existen, pero en el papel lamentablemente. Quienes deben hacerse cargo de su ejecución son los individuos, quienes privilegian la obra que es visible y que les genera un aplauso. Son las personas las que están fallando”, opinó.
Vargas también criticó la falta de valoración que hay de los científicos y técnicos en el país, quienes a través de sus escuelas e instituciones desean contribuir de alguna manera con estudios, investigaciones y opiniones, pero que finalmente no son tomados en cuenta.
“Tenemos científicos en el país. Hay facultades de ingeniería y de otras especialidades que estudian los temas asociados a los desastres, ya sea por tecnologías, por gestión de la infraestructura, etc. Los profesionales pueden aportar, pero de nada sirve si la gente que toma decisiones, que son las autoridades, no los consideran”, señaló.
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Sobre las obras que se deberían priorizar en estos momentos, tomando en cuenta la proximidad de las lluvias intensas, el especialista de la PUCP precisó que en el corto plazo se debería terminar de limpiar los cauces de los ríos, tratar de evacuar y liberar los ductos que existieran y prepararlos para el drenaje de las lluvias en las ciudades donde han sido construidos. Además, tratar de instalar en estos meses las mallas geodinámicas en los principales puntos de vulnerabilidad en las zonas donde ha habido registros históricos de huaicos, especialmente las que tienen poblaciones ahí viviendo.
“También en el corto plazo, yo creo que la población debe tomar conciencia de que claramente del daño que pudiera estar ocurriendo en sus hogares. Es cierto que se va a dar por la fenomenología y por las lluvias, pero también seguramente por algunas condiciones que ellos han mantenido en sus viviendas, como pueden ser tenerlas atestadas de desechos, lo que va a evitar que puedan fluir en las aguas, entre otras cosas”, comentó Vargas.
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