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Un mayor envío de agua, alimentos no perecibles y una campaña de fumigación para evitar la propagación de enfermedades infecciosas, solicitaron ayer, las familias de los sectores de San Carlos, Ramadilla y Con-Con, en Cañete, que quedaron damnificadas tras el huaico de la madrugada del sábado.
“Mientras las autoridades definen nuestra reubicación en zonas altas necesitamos más agua y alimentos para atender a las 90 personas que quedaron damnificadas, así como a otros 175 moradores afectados por este deslizamiento”, señaló Marino Quispe, presidente de la Asociación de Vivienda Popular San Carlos.
El dirigente también reclamó una campaña de fumigación para prevenir las infecciones estomacales, a la piel y la vista por la acumulación de desechos y animales muertos que comienzan a descomponerse por las altas temperaturas.
Voceros de la Unidad Ejecutora Lima-Sur, confirmaron que mañana lunes el gobierno regional de Lima-Provincias enviará maquinaria pesada a la zona para iniciar la remoción de escombros, sobre todo en una zona donde quedaron sepultados aves de corral y cuyes, que criaban los pobladores.
Hoy los mismos pobladores se organizaron en brigadas de trabajo, asistidos por el Grupo de Intervención Rápida (Gired), del Indeci, para iniciar la limpieza y retiro del lodo y piedras que ingresaron a sus precarias viviendas.
Según el reporte final del equipo de intervención, fueron 18 viviendas destruidas y 35 afectadas. El material de las viviendas es de esteras, adobe y quincha, por lo que las familias pernoctaron en carpas acondicionadas dentro del local comunal. Allí se alimentan a través de ollas comunes.
Las autoridades de Defensa Civil evalúan un traslado definitivo de estas familias a zonas altas del sector para que ya no permanezcan en cursos naturales de huaicos.