Tres embarcaciones militares de tipo “Hovercraft” patrullaban el río Mantaro sin mayor novedad. Eran casi las 4 de la tarde, del último lunes. De pronto, una primera descarga de metralleta se dirigió a los militares desde la zona boscosa. Luego, los disparos no dejaron de sonar por largos minutos.
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La emboscada ocurrió a la altura del centro poblado Puerto Palmeras, distrito de Vizcatán del Ene, provincia de Satipo, región Junín. Esta zona es parte de la jurisdicción del Vraem.
Tras las primeras descargas, desde las embarcaciones, los militares respondieron al ataque. Como resultado del enfrentamiento, tres marinos quedaron heridos y uno de ellos, oficial de mar Gustavo Valladares Neyra, fue alcanzado por los proyectiles. Cayó en combate.
Vocación familiar
Nació en Lima el 26 de mayo de 1990. Ingresó a la Marina de Guerra del Perú el 7 de marzo del 2012 como alumno del Instituto de Educación Superior Tecnológico Público Naval – CITEN. Dos años más tarde, el 30 de mayo del 2014, se graduó como oficial de mar tercero.
Durante su trayectoria en la Marina de Guerra del Perú, prestó servicios en el Batallón de Infantería de Marina N° 2, en la Comandancia de la Fuerza de Infantería de Marina, en la Brigada Anfibia, en el Batallón de Infantería N° 3 y la Estación Naval Boca Anapati (VRAEM).
Su último ascenso, el de oficial de mar segundo, lo consiguió el 1 de enero del 2019. Ese mismo año, el 5 de diciembre, recibió el Distintivo Fuerzas Operativas Combatiente Frente Interno por la causal de Combatiente Especial. Era un militar hecho para la guerra.
‘Fabricio’, como le decían sus compañeros de armas, tenía como pasatiempo el boxeo. Valladares estaba casado con Noemi Espinoza y, en su familia, él no era el único que era parte de la institución. Su hermano Manuel, mayor por dos años, también es oficial de mar e infante de Marina.
“Nos sentimos orgullosos. Mi hermano ha luchado por la pacificación nacional arriesgando su propia vida. Ha sido un excelente infante de marina. Le gustaba su trabajo, lo hacia con mucho esmero, siempre sobresaliendo. Esto no nos amilana, nos da más valor para luchar por la pacificación nacional”, dice su hermano Manuel. A él le toca prestar servicio en el Vraem el próximo año.
Los heridos de esta emboscada, el teniente de segunda Edgar Elescano de la Cruz y los oficiales de mar Bryan Ahuanari Usquiano y Roberto Carlos Chero Galiano, llegaron ayer a Lima en un avión de la Fuerza Aérea del Perú (FAP). Luego, fueron llevados al Hospital Centro Médico Naval.
El almirante en retiro, Carlos Tello comentó su sentir con lo sucedido. Cabe precisar que Tello también fue víctima por parte de un ataque narcoterrorista en el VRAEM en el año 2011. Su hijo Juan Carlos, también vivió una situación similar hace 2 años.
“Para mí, en lo personal, que he sido herido y que mi hijo también estuvo en esta situación, ver ese video me genera la misma sensación que tuve en el momento. Es la misma ametralladora que me impactó en el helicóptero el cual estaba volando. Nosotros nos sacrificamos para que no lo pasen nuestros hijos, lamentablemente le paso al mío y no quiero que le pase mi nieto” señala Tello.
La ministra de Defensa, Nuria Esparch, señaló que este ataque es una “venganza” por las operaciones de las últimas cinco semanas en las que se decomisó una tonelada de droga.
En esta zona, explicó, operan los remanentes terroristas encabezados por los hermanos Quispe Palomino que tienen armas pesadas, de largo alcance. “Hemos empezado acciones para buscar a los responsables. Esto no se va a quedar aquí”, dijo la ministra Esparch.
En otro vuelo llegó el cuerpo del oficial de mar caído en la emboscada. Fue recibido por autoridades del Ejecutivo y de la Marina. Sus restos fueron trasladados a la Fuerza de Aviación Naval, donde se le realizan los honores. Valladares será ascendido póstumamente por fallecimiento en acción de armas.