Con una extensión de 1'881.200 hectáreas, entre las regiones de Cusco y Madre de Dios, el Parque Nacional del Manu es, en primer orden, un paraíso en la Tierra para cientos de miles de aves. Un reciente conteo estableció que los ejemplares residentes en esta selva pertenecen a 997 especies, nada menos que el 10% del total existente en el mundo.
“En 42 años de creación, el parque nacional ha ganado renombre como un territorio de protección inviolable de aves. No solo científicos acuden a estudiarlas, sino también aficionados a la observación de estos animales”, explica John Flórez, jefe del Parque Nacional del Manu, administrado por el Servicio Nacional de Áreas Naturales Protegidas del Perú (Sernanp) y el Zoológico de San Diego (EE.UU).
En la Estación Biológica Cocha Cashu, ubicada en el centro del parque, Roxana Arauco, bióloga y administradora del centro de estudios, precisa que la abundancia de especies obedece a las condiciones de aislamiento y casi nula presencia de poblados en el área. De acuerdo con un mapa del Sernanp, la comunidad nativa más cercana a la estación biológica es Maizal, dos horas río arriba en balsa.
Según registros de la estación, entre 1990 y el 2009 se realizaron 185 proyectos de investigación científica sobre flora y fauna en el Manu. De ellos, 54% abordó a especies o grupos de animales, y dos de cada 10 de esos proyectos a algún tipo de ave.