El Observatorio Vulcanológico del Instituto Geológico Minero y Metalúrgico (Ingemmet) informó que ha recomendado el cambio del estatus de alerta del volcán Ubinas de “amarillo” a “naranja”.
Ello, luego de que el día de hoy se registraran tres nuevas explosiones con las que han sumado un total de siete ocurrencias en los últimos nueve días, en los que el volcán incrementó su actividad.
Las últimas explosiones fueron en noviembre del año pasado y antes, en el mes de abril, se declaró la alerta naranja tras la recomendación de los expertos.
Dicho color de alerta es el tercero en una escala de cuatro, donde el color rojo indica mayor peligro.
IMPLICANCIAS Y VARIABLES
Según explicó a El Comercio Domingo Ramos, responsable de monitoreo de volcanes del sur del Ingemmet, la decisión de recomendar el cambio de estatus es principalmente consecuencia de dos factores: la cantidad de sismos registrada en los últimos días y la cantidad de SO2 (dióxido de azufre) emitido, pues dicho gas solo es generado por el magma del volcán, lo cual alerta del riesgo.
Podemos esperar entonces mayor ocurrencias de explosiones; sin embargo, la preocupación mayor, indica el especialista, es la serie de problemas de salud que genera la constante emisión de cenizas, la cual se espera se incremente en los próximos días, aunque no necesariamente ocurre solo como consecuencia de las explosiones.
La ceniza, compuesta por un duro mineral llamado sílice, al ser inhalada puede ocasionar dolencias tales como úlceras y embolias pulmonares, y malestares como dolores de cabeza y estómago.
RECOMENDACIONES
Aunque todavía las autoridades no han emitido un comunicado oficial, los expertos del Observatorio Vulcanológico les recomiendan mejorar las acciones de preparación y respuesta frente a un probable incremento de la actividad eruptiva.
Además, sugieren realizar continuas evaluaciones del impacto de las caídas de ceniza en la salud de las personas, las fuentes de agua y la actividad agrícola y ganadera.
Por otro lado, en caso de presentarse nuevas precipitaciones pluviales o nieve en la zona, recomiendan a los pobladores del valle mantenerse alejados del curso de las quebradas y ríos que descienden del volcán, pues pueden presentarse nuevos flujos de lodo o lahares.
Finalmente, exhortan a mantener habilitados los refugios de evacuación construidos el año 2006, así como evaluar la implementación de nuevos refugios en zonas de bajo peligro volcánico y a más de 15 km de distancia del volcán.
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