Ha transcurrido casi dos meses desde que el río Piura se desbordó, pero sus efectos aún son visibles en esta ciudad. En un recorrido, El Comercio comprobó el deplorable estado de las pistas, y la acumulación de basura en varios puntos de la ciudad. Baches, tramos rotos, otros mal parchados o llenos de polvo contaminado son algunas de las características de las arterias de la ciudad. La avenida Circunvalación y Gullman, además de la avenida Grau, son las vías más afectadas, y que aún no han sido reparadas por el municipio de Piura. En la avenida Gullman, por ejemplo, los choferes deben sortear enormes baches y lidiar con el polvo contaminado. En la avenida Grau son constantes los huecos, desde la intersección con la avenida César Vallejo hasta el distrito de Veintiséis de Octubre. Los conductores se han quejado en varias oportunidades, y hasta han amenazado con denunciar al alcalde de Piura, Óscar Miranda, por el mal estado de la pistas. Guillermo Trelles, de la Asociación de Motociclistas de Piura, criticó que el municipio haya emprendido “una cacería” contra los motociclistas, cuando no se preocupa por el deplorable estado de las vías. Hace unas semanas la comuna de Piura emprendió la tarea de parchar algunas vías, pero el trabajo es lento, según comprobó El Comercio. Al mal estado de las pistas se suma la acumulación de residuos sólidos en varios puntos de la ciudad, que se han convertido en focos de contaminación, según advirtieron autoridades de salud. Otro de los graves problemas que atraviesa Piura es el colapso de las redes de alcantarillado, sobre todo en la zona de Miraflores, en el distrito de Castilla. Los vecinos han denunciado el hecho ante el alcalde de Castilla, pero la responsabilidad es de la Empresa Prestadora de Servicios (EPS) Grau.
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