“Aquí vivimos con temor”, dice Ricardo Sosa mientras prepara el cemento en la entrada de su vivienda de la calle Juan Velasco, en Catacaos. “Estamos a la expectativa por la alerta que han mandado de que el río va a seguir creciendo”, agrega, tras colocar otra fila de ladrillos.
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Luego de la alerta roja emitida por el Indeci sobre el aumento del caudal del río Piura, varias familias han optado por construir pequeños muros en el ingreso de sus viviendas, para evitar inundaciones, en caso haya un nuevo desborde.Ocurre en la calle Juan Velasco, en el jirón Zepita, en el callejón El Tigre, en la calle Tumbes y en otras calles y avenidas cercanas al río Piura en Catacaos, el distrito más golpeado por el fenómeno El Niño Costero del año 2017, aún en estado de vulnerabilidad.“No queremos que (el río) nos vuelva a agarrar desprevenidos, intentamos estar preparados”, comenta Isabel Ríos, del asentamiento José Carlos Mariátegui. Su hijo, Jorge León, se pone una mano a la altura de la cintura y dice: “hasta aquí llegó el agua, imagínate lo que fue eso”.Catacaos es uno de los distritos de la región Piura declarados en estado de emergencia ante el riesgo inminente por las lluvias. Adicionalmente, la municipalidad decidió la semana pasada declararse en situación de emergencia, para agilizar las acciones de mitigación por las precipitaciones.El último martes, durante un recorrido por el sector Viduque, el alcalde José Muñoz hizo un llamado a la calma: “Pido tranquilidad, no creo que vengan más crecientes, parece que la situación está controlada”. Sin embargo, para la población es difícil olvidar el caudal de 3.470 m3/s con el cual hace dos años se desbordó el río Piura.Si bien hoy la tendencia del caudal es a la baja (el último reporte es de 1.264 m3/s), la expectativa de la gente va en aumento. En Pedregal Chico, muchas personas han subido sus pertenencias al techo o al segundo piso. “Sabemos que las lluvias van a continuar, es mejor estar preparados”, señala Cipriano Chero.Otro vecino, Daniel Samaniego, protesta por la falta de agua: “Aquí tenemos servicio por horas, ese es otro cantar por el que también sufrimos”. La situación es similar en Pedregal Grande, Molino Azul, Monte Sullón, y el distrito de Cura Mori.Fue necesario un contingente del Ejército para ayudar a llenar sacos de arena, también personal del Serenazgo y hasta policías municipales. En tanto, efectivos de la Policía Nacional se desplegaron para garantizar la seguridad de algunas instituciones. Mucha agua pasará por el río Piura antes de que la población se sienta —y esté— mejor preparada.
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