El rompecabezas en que se ha convertido el lamentable deceso de la cantante y fundadora del grupo de cumbia Corazón Serrano, Edita Guerrero Neira, no se ha terminado de armar aún. En esta ocasión, el viudo Paul Olórtiga dio su versión sobre las últimas horas de vida de la artista. Asimismo, rechazó haberla golpeado.
“Llegué a la casa. Me cambio y todo. La noté cambiada. Le pregunté si iba a salir y me dijo que sí, que saldría con mi hermana (...) entre mirando la televisión y dormido escuché un sonido. Me paré y la vi en el borde de la puerta entre gateando y arrodillada. Cuando la vi, ni siquiera decía que le dolía, era como si apretaba la boca. No la escuchaba llorar. La cargué de los brazos y rápidamente la puse en el borde de la cama. Le dije que no se duerma. Ahí empezó a llorar”, contó.
La fiscalía de Piura inició una investigación contra Olórtiga por su presunta responsabilidad en la muerte de la cantante, quien según por lo menos dos testigos ya tenía antecedentes de haber sido golpeada por el padre de sus hijos.
No obstante, en referencia a este punto, el dentista piurano rechazó por completo estas versiones. “Juro por mis hijos que nunca he tocado a Edita. Las discusiones que tenía con ella, era tan perfecta, si fuera tan bajo de hombría para tocar a una dama, menos aún lo haría con Edita (sic)”, sostuvo.
Paul explicó que luego de haberla encontrado mal en su vivienda llevó a Edita (en compañía y con ayuda de su hermano y mamá) al Hospital Regional de Piura. Según dijo, allí pensaba encontrar buena atención, lo cual finalmente no se dio.
“La llevé al hospital en una silla de ruedas. Me dieron un suero cortado por la mitad para que vomite. Vomitaba y vomitaba y nunca le dieron una cama. Edita me dijo que por qué no la llevaba a la clínica. Yo tenía miedo porque si un golpe genera vómitos, es algo de cuidado”.
Cuatro horas después, Olórtiga llevó a su esposa a la clínica privada Belén. El primer médico que lo atendió le habría mencionado que no había nada de malo. “Me dijo que no hay nada qué temer como una fisura”, añadió.
Minutos después, el galeno le recomendó que lleve a su esposa con un neurólogo (alrededor de las 6 a.m). Fue ahí que Paul decide ir a casa para bañarse y arreglarse. Dejó en la clínica a una empleada del hogar.
“Ella me llamó a los 45 minutos y me dijo que regrese porque el doctor había dicho que mi esposa tenía algo por lo que podía morir”.
UN MONSTRUOOlórtiga afirmó en el programa de Gisela Valcárcel que existe “un monstruo” que querría hacerle daño. No se atrevió a decir quién sería este personaje, pero tampoco descartó que se trate de varios factores unidos.
Asimismo, rechazó de plano las versiones de dos testigos (mujeres) que lo acusan de haber maltratado física y sicológicamente a la cantante de Corazón Serrano.
“Con el monstruo que estoy peleando comenzó desde un carro. Creo que cada uno puede sacar sus propias conclusiones”, concluyó.
Parte de los restos de la intérprete de “Alitas quebradas”, quien fue exhumada ayer por peritos especialistas, serán derivados a Lima para los análisis correspondientes.