A un día de haber salido en libertad, Paul Olórtiga visitó la tumba de su fallecida esposa Edita Guerrero en el cementerio Parque del Recuerdo, en Piura. El odontólogo estuvo acompañado de sus dos pequeños hijos y sus familiares.
Portando un short, un polo rojo y lentes oscuros, Olórtiga dejó un arreglo floral en el lugar en donde permanecen los restos de la ex vocalista de Corazón Serrano.
A su salida, evitó dar mayores declaraciones a la prensa. Pero se animó a decir que nunca se arrepentirá de haberse casado con Guerrero Neira. “Guardar rencor y odio, no me lleva a nada. Yo quiero que mis hijos vivan lo mejor”, dijo al ser consultado por las acciones de la familia de Edita.
“Solo sé que tengo dos hermosos hijos, que me dio la mejor mujer del mundo”, también manifestó.
Olórtiga permaneció encarcelado 74 días en el penal de Río Seco. Había sido capturado el 26 de agosto pasado en una vivienda de Chaclacayo, donde se había escondido. Estaba con orden de prisión preventiva desde el 12 de julio en el marco de la investigación en su contra por los presuntos delitos de parricidio, asesinato, feminicidio y lesiones graves por violencia familiar en agravio de su esposa.
La Primera Sala de Apelaciones de la Corte Superior de Piura ordenó ayer la inmediata libertad de Paul Olórtiga, cambiando su orden de detención preventiva por comparecencia restringida.
HABLARON SUS FAMILIARES
“Es el mejor regalo de cumpleaños que he tenido, gracias a Dios. Se lo pedí a mi nuera Edita (Guerrero), y me lo cumplió“, dijo ayer la madre de Olórtiga, María Contreras.
“Estamos más tranquilos, porque tenemos a mi hermano en casa. Desde el inicio siempre hemos dicho que era inocente, aunque los medios lo trataban como asesino. Han ido apareciendo nuevas pruebas, declaraciones, una pericia de parte que será debatida y que demuestra que mi hermano es inocente”, manifestó por su parte Karim Olórtiga, hermana de Paul.