Lima (EFE) Algunas zonas pobres de Perú representan un alto riesgo frente a un terremoto o tsunami, donde puede haber una destrucción equiparable a la que vivió Haití en 2010, donde murieron 230.000 personas, aseguró hoy el experto en gestión de desastres, Julio Kuroiwa.
“Los que vivimos acá, en viviendas y edificaciones, estamos a nivel de Chile, pero los que viven en los asentamientos humanos (barrios marginales), lamentablemente están casi a nivel de Haití. Ese es el gran contraste”, resaltó Kuroiwa.
Durante una rueda de prensa con corresponsales extranjeros en Lima, Kuroiwa, también director del centro ‘Disaster Risk Reduction Peru International’, sostuvo que los pobladores de los barrios más pobres del país no conocen el real peligro al que están expuestos, pues como en Haití tienen construcciones que no son antisísmicas.
“En los asentamientos humanos hay cientos de miles de viviendas de albañilería sin columnas y en suelos de arena en pendiente que están en riesgo”, alertó.
Según datos que proporcionó Kuroiwa, existen 500.000 viviendas ubicadas en las laderas de los cerros en Lima, donde viven unos 2,5 millones de personas.
“Yo creo que mientras repartamos folletitos y tomemos las cosas a la ligera no vamos a avanzar. Si nosotros queremos que los asentamientos humanos y los pueblos jóvenes obtengan resultados, hay que trabajar con las comunidades”, manifestó.
DISTRITOS LIMEÑOS EN RIESGOLos distritos con riesgo muy alto ante un sismo y tsunami en Lima, según el mapa elaborado por Kuroiwa, son Puente Piedra, Comas, Callao, San Juan de Lurigancho, La Victoria, Cercado, Ate, San Juan de Miraflores y Villa El Salvador, además de la franja costera de Magdalena, San Isidro, Miraflores, Barranco y Chorrillos.
Por otro lado, Kuroiwa señaló que en Perú hay tres zonas de silencio sísmico, donde no han ocurrido terremotos por décadas o siglos, por lo que se debe estar preparado ante un desastre en el sur, en Lima y en el norte.
PROPUESTASKuroiwa citó la experiencia japonesa de prevención y educación de la población y recomendó colocar disipadores de energía, aisladores y muros de concreto en edificaciones que se encuentren en riesgo.
También indicó que se han elaborado mapas de peligro multiamenaza de 175 ciudades peruanas que clasifican sus niveles de riesgo en bajo, mediano, alto y muy alto.
“Yo estoy proponiendo un programa desde el año 2014 hasta el 2021 para que esos mapas del peligro se implementen hasta esa fecha”, aseguró.
Kuroiwa dijo que según experiencias en otros países, ante una situación de desastre existe el riesgo de que se corten los servicios de agua y electricidad, un tema que no debe ser tomado a la ligera.
“Pido que todas las empresas privadas y públicas que prestan servicios públicos esenciales de agua, energía o transportes que tengan planes de contingencia para su rápida reposición”, manifestó.
FALTA TOMAR CONSCIENCIAPara Kuroiwa, se ha cumplido con integrar la reducción de riesgos y desastres a las políticas de Estado, pero aún falta tomar consciencia de que un sismo de gran intensidad o tsunami puede golpear a la población y a la economía del país.
“En el terremoto de Chile de 2010, según un informe del gobierno chileno a Naciones Unidas, las pérdidas pasaron de 30.000 millones de dólares. El 70% fueron en elementos no estructurales y contenidos (como ventanas y puertas). Yo me pregunto qué le pasa al desarrollo socioeconómico del Perú con una pérdida de 30.000 millones”, se cuestionó.
CUESTIONA PREPARACIÓN“¿Está preparado el Perú para enfrentar un sismo de gran magnitud? Yo diría de manera contundente que no. La razón es que la mayoría de peruanos no tiene conocimientos elementales sobre terremotos y tsunamis, que es el tema que estamos enfrentando. Y no solamente el público en general, sino las autoridades”, expresó.