El Servicio Nacional Forestal y de Fauna Silvestre (Serfor) advirtió que los traficantes ilegales del Perú pueden ofrecer en un solo día hasta 2.000 aves, muchas de ellas en peligro de extinción. Los pericos y ‘botones de oro’ son algunas de las especies de mayor demanda.
Según la especialista de fauna silvestre del Serfor, Rosa Vento, estas aves, extraídas de áreas silvestres de la sierra y selva, son transportadas en pésimas condiciones y son inclusive introducidas en botellas y tubos en los que se ahogan y mueren.
La funcionaria recordó que esta ilícita actividad está considerada como la cuarta más lucrativa a escala mundial, después del narcotráfico, el tráfico de armas y la trata de personas, por lo que las normas peruanas vigentes sancionan la venta de animales silvestres hasta con 5 años de cárcel. “Si no hay demanda, no hay venta”, enfatizó.
Más que aves
Primates de diverso tipo, ranas, iguanas, armadillos, entre otros, se suman a la lista de animales silvestres víctimas del comercio ilícito, que tiene dentro del Perú a las ciudades de Lima, Chiclayo y Puno como sus principales puntos de transacción.
La especialista de fauna silvestre del Serfor señaló que el objetivo de los traficantes es diverso. Los animales vivos son requeridos en su mayoría para ser utilizados como mascotas, los que son cazados furtivamente, para extraerles la piel (vicuñas) o para el curanderismo (armadillos) y elaboración de pócimas (ranas) con supuestas propiedades curativas.
En peligro
De acuerdo a la lista de clasificación y categorización de las especies amenazadas de fauna silvestre legalmente protegidas por el Estado peruano, aquellas consideradas en peligro crítico son, entre otras: la rana del Titicaca, la rana andina de Junín, la rana marsupial de Chilca, la rana altoandina acuática, el paujil del Sira, la pava de ala blanca, el churrete real, el ñandú petizo, el zambullidor de Junín y muchas más.
Los precios que se pagan por estas especies silvestres vulnerables en nuestro país pueden ir desde los 200 soles hasta miles de soles. En el extranjero pueden llegar a costar miles de dólares.