Puerto Pizarro, un lugar conocido por sus hermosas playas e islas, también es un centro poblado en el que prima el desorden entre sus 5 mil habitantes. Allí funcionan unas 20 cantinas en las que se dan continuos escándalos.
La noche del último lunes, un hombre que dijo trabajar como agentes de seguridad en la Embajada de EE.UU. en Iraq acabó con la vida de dos pescadores, luego de una reyerta que se originó en una cantina.
Los hechos se dieron alrededor de las 8 p.m. cuando Alberto Edú Dávila Paredes (32) causó una pelea en la cantina La Concho, ubicada en el pasaje El Pescador de la calle Ribera del Mar. Por ser un hombre violento, lo obligaron a retirarse de la cantina, y salió acompañado de su medio hermano Antony Andy Dávila Corra de 20 años y de sus amigos Max Alejandro Artika Madrid (20) y Henry Israel Farías Alvarado (20).
Desde fuera, el sujeto seguía retando a los pescadores que se hallaban en la cantina. Los hombres de mar salieron a liarse a golpes, pero ante la llamada que hicieron a la policía llegó un patrullero y detuvo a Alberto Edú Dávila Paredes.
Este, como no fue sujetado con grilletes, haciendo caso omiso a los policías, bajó del patrullero, sacó su arma de fuego y disparó a quemarropa a Dany Jesús Fiestas Zárate (38), quien murió al llegar al Hospital Regional producto de un balazo en la espalda. También mató de un balazo en el pecho a Jorge Luis Peña Farfán (22), quien falleció en la sala de operaciones.
El jefe de la policía en Puerto Pizarro, coronel PNP José Luis Vilca, dijo que el asesino dijo que disparó porque los pescadores querían asaltar a su hermano. Esto causó el rechazo de unas 50 personas que, indignadas, querían linchar al detenido. Al no poder hacerlo, rompieron con piedras varias ventanas de la comisaría.
Los irascibles pobladores creían que el homicida era policía, por lo que una vez que se enteraron que no era custodio del orden se retiraron del frontis de la comisaría.
El homicida dijo que había llegado de vacaciones a Tumbes y que labora como agente de seguridad para la empresa Triple Canon, que brinda resguardo en la Embajada de EE.UU. en Iraq.
En el registro que se le hizo al homicida, tenía un canguro con una pistola marca Glock, abastecida con una cacerina con 10 municiones y una recámara.
Los pescadores ahora exigen justicia y las mujeres vigilantes, que tienen una brigada de seguridad ciudadana, vienen exigiendo el cierre de cantinas como La Concho, donde siempre se originan reyertas.
TESTIGOEl taxista Santiago Galán García, testigo del hecho, narró que él por curiosidad se acercó a ver la pelea en el exterior de la cantina La Concho. Estaba junto a su amigo Jorge Luis Peña Farfán (22) (una de las víctimas), cuando vieron que del patrullero bajó violento un sujeto que disparó contra Dany Jesús Fiestas Zárate (38) y luego disparó contra los que veían la escena. A su amigo Jorge Luis lo hirieron de bala, se desplomó y dijo: “me han herido”. Después, murió en el hospital.
Galán García señaló que hubo negligencia de los policías que debieron colocarle grilletes a Dávila Paredes. Iguales expresiones tuvo Jean Carlos Fiestas, hijo del otro fallecido, quien señaló que los policías fueron complacientes con el sujeto armado, a quien al intervenirlo no le quitaron el arma de fuego que portaba.