Pese a que sus abogados habían anunciado que no acudiría, el presidente Pedro Castillo decidió al final sí concurrir al Ministerio Público, que lo citó para interrogarlo en calidad de investigado por el presunto delito de tráfico de influencias en el caso de los ascensos de las Fuerzas Armadas.
La diligencia, según se informó, se inició a las 9 de la mañana y fue dirigida por la fiscal de la Nación, Patricia Benavides. El mandatario se retiró de la sede principal del Ministerio Público, en el centro de Lima, minutos después de las 10 de la mañana. El renunciante primer ministro, Aníbal Torres, lo recibió en la puerta de Palacio de Gobierno.
Cuando llegó a Palacio de Gobierno y mostrando poca tolerancia para las preguntas de la prensa, el presidente Castillo negó pertenecer a una organización criminal.
Así fue el ingreso de Castillo a la fiscalía:
En medio de un fuerte cordón de seguridad, Castillo salió de Palacio de Gobierno poco después de las 8:35 de la mañana, acompañado por sus abogados Benji Espinoza y Eduardo Pachas. Había sido citado para las 9 de la mañana.
“Respaldo a mis abogados defensores (Benji Espinoza y Eduardo Pachas) respecto a que tengo derecho a declarar en Palacio de Gobierno, sin embargo, les he pedido que me acompañen a la Fiscalía para defender mi inocencia y colaborar siempre con la justicia”, escribió Castillo.
Así fue el traslado del presidente Castillo hasta la fiscalía:
El miércoles, Benji Espinoza, abogado del mandatario, había anunciado que Castillo no acudiría a la sede fiscal porque, por su investidura presidencial, le correspondía fijar el lugar para su declaración y éste debía ser Palacio de Gobierno.