Unidad de Investigación
Como parte de la obra ‘Mejoramiento de los servicios de salud del Hospital de Apoyo Pichanaqui’, el Gobierno Regional de Junín (GRJ) desembolsó S/9′986.704 para la adquisición de equipamiento médico. Sin embargo, la oficina de control de esa entidad y la propia Contraloría General de la República ha constatado que esos equipos no se encuentran en los almacenes del centro médico.
De acuerdo con los resultados de la auditoría de cumplimiento presentados en abril de este año, se concluye que tanto el supervisor de la obra como los funcionarios que participaron en el trámite de aprobación de la compra de equipos no advirtieron ni detuvieron el proceso pese a no haberse acreditado el sustento obligatorio para la adquisición de estos elementos.
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“No se ha encontrado ningún equipo biomédico, electromecánico, complementario, instrumental, informático, mobiliario clínico ni mobiliario administrativo instalados ni dispuestos en los almacenes del hospital”, se lee en el documento que fue remitido al actual gobernador de Junín, Fernando Orihuela.
La responsabilidad por este perjuicio económico contra el Estado recaería en la persona encargada de supervisar la obra, el coordinador de la misma y funcionarios como subgerentes de Supervisión y Liquidación de Obras, además del gerente regional de Infraestructuras.
El dinero se desembolsó tras la aprobación de 8 valorizaciones de obras entre octubre del 2018 y octubre del 2019, es decir, durante la gestión del exgobernador regional de Junín, Vladimir Cerrón, y de su antecesor Ángel Unchupaico, en cuyo periodo se inició la entrega de dinero, la misma que, pese a las irregularidades, continuó al año siguiente.
“La situación expuesta benefició al contratista con el pago de las valorizaciones (…) a través de conformidades otorgadas por la supervisión de obra, funcionarios y servidores públicos que no garantizaron la adquisición de los equipos”, concluye el informe.
El órgano de control recomendó al GRJ iniciar acciones administrativas contra los funcionarios responsables del trámite. Además, los hechos fueron reportados ante la Procuraduría Pública para que se adopten medidas legales.
Esta labor de control se ejecutó como parte del Plan Operativo 2021 llevado a cabo por la Gerencia Regional de Control de Junín.
El beneficiado
La obra de mejoramiento del Hospital de Apoyo Pichanaqui fue adjudicada al Consorcio Selva Central, integrado por las empresas Dextre + Morimoto Arquitectos S.A.C., Assignia Infraestructura S.A., Neptuno Contratistas Generales S.A.C. y Mantenimiento Construcción y Proyectos Generales S.A.C.
El contrato fue firmado el 10 de mayo del 2016 por S/78′825.239, monto distribuido en cinco aspectos: el costo de elaboración del expediente técnico, la ejecución de la obra, el equipamiento médico, la capacitación y el plan de contingencia.
En el documento, al que tuvo acceso este Diario, figura la firma del entonces gerente general del GRJ, Javier Yauri; además de los representantes legales del consorcio, Martín Velayos Arredondo y José Málaga Madueño.
El plazo de ejecución de la obra vencía en junio del 2019. Sin embargo, habiendo ya excedido esta fecha, en noviembre de ese año, el Consorcio Selva Central tramitó veinte valorizaciones por distintos conceptos. Algunos se debían a reajustes, amortizaciones o deducciones de adelantos. Ocho de estas valorizaciones estaban vinculadas al tema del equipamiento médico sin el sustento requerido.
La ingeniera Jenny Avendaño Alegre estuvo a cargo de la supervisión de la obra. Sin embargo, tampoco alertó ni promovió el cumplimiento del cronograma de trabajo, el cual contemplaba que la valorización de los equipos de salud debía realizarse a partir de febrero del 2019, cuando la obra tuviese un avance del 41%. Pese a ello, este procedimiento se inició en octubre del 2018, cuando la obra apenas tenía un avance del 13%.