El exsecretario general de las Naciones Unidas Javier Pérez de Cuéllar fue sepultado con honores de jefe del Estado en el cementerio Presbítero Maestro de Barrios Altos.
Previamente, los restos del ilustre embajador peruano fueron trasladados a la iglesia de San Pedro, en el Centro de Lima, donde se ofició una misa de cuerpo presente en su memoria.
Asisten a las exequias el presidente del Consejo de Ministros, Vicente Zeballos; el canciller, Gustavo Meza-Cuadra; la ministra de Trabajo, Sylvia Cáceres; la titular de Desarrollo e Inclusión Social, Ariela Luna, y el ministro de Defensa, Walter Martos.
El destacado diplomático falleció el pasado miércoles 4 de marzo, a los 100 años de edad, por causas naturales. Había cumplido el primer siglo de vida el pasado domingo 19 de enero.
Tras su fallecimiento, el Gobierno declaró dos días de duelo nacional y dispuso funerales de jefe del Estado para el ilustre embajador, quien fue el primer y único secretario general de Naciones Unidas de origen latinoamericano.
Sus restos fueron velados en privado en su domicilio el jueves y al día siguiente en el Palacio de Torre Tagle, sede del Ministerio de Relaciones Exteriores.
Pérez de Cuéllar fue elegido secretario general de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) en 1981 por cinco años y reelegido por el mismo período en 1986.
Fue uno de los peruanos con mayor prestigio internacional. Antes que él, el único peruano que había ocupado un cargo de gran envergadura fue Víctor Andrés Belaunde, presidente de la Asamblea General de las Naciones Unidas entre 1956 y 1960.