El historiador y actual director del Museo Pedro de Osma, Pedro Pablo Alayza, expresa su preocupación por las constantes rotaciones en el Ministerio de Cultura.
— ¿Considera que los constantes cambios de ministro afectan el sector Cultura?
En el sector, desgraciadamente, con tanto cambio y con tanta frecuencia lo que [se] impide es la continuidad de una gestión. Al no haber continuidad menos esfuerzos vemos en planes de mediano plazo, mucho se actúa con improvisación permanente.
— ¿Qué quisiera ver que se trabaje o se refuerce en ese sector? ¿Qué cosas están un poco olvidadas?
Bueno, lo más importante son los temas de fondo, como las políticas culturales, no hay una definición, sé que se está trabajando, se está avanzando, pero todavía falta mucho en ese aspecto. Entonces cada ministro que llega tiene que reinventar un poco las cosas sin haber planes de mediano y largo plazo. Eso es bien grave. Hay demasiados temas sueltos que son el resultado de una ausencia de políticas. Obviamente, no hay un interés del lado del Ejecutivo para que se resuelvan. Cultura no suele ser un tema prioritario; sin embargo, es un eje primordial para la definición de la identidad del país y muchas otras cosas.
— ¿Cree que el próximo ministro de Cultura, más allá de tener la profesión artística o haberse desarrollado en este campo, debería tener experiencia en gestión pública principalmente?
El tema de cultura es un tema de gestión y no de inspiración. No se trata de poner aquí a un pintor, un artista o un antropólogo, sino a alguien que tenga una noción básica de lo que es la gestión pública, si no, lo que vamos a ver es nuevamente proyectos extravagantes, sin pies ni cabeza, y que se desperdicie la oportunidad nuevamente. Tiene que haber un lado de gestión y un lado de conocimiento del sector.