Cuando estaba en las escaleras que conducían al segundo piso de su casa en San Antonio, Miraflores, el ex presidente Alan García Pérez fue informado –a las 6:30 de la mañana– por el fiscal Henry Amenábar Almonte, miembro del equipo especial, que venía a ejecutar una medida judicial. Esta consistía en el allanamiento, descerraje y su detención preliminar por diez días.
Seis horas antes, a la medianoche, el fiscal José Domingo Pérez, a cargo de las pesquisas al ex mandatario por el Caso Odebrecht, había informado a la Policía Nacional que el juez de investigación preparatoria Juan Carlos Sánchez Balbuena había autorizado la medida. Cuando la resolución es notificada, lo que toca, según explicaron fuentes del caso, es diseñar un operativo con los agentes policiales y planificar la intervención. Y eso fue lo que ocurrió.
El fiscal Amenábar no acudió solo al domicilio del ex mandatario, fallecido tras dispararse con un arma de fuego en la cabeza. Tocó la puerta junto a seis policías de la División de Investigación de Alta Complejidad (Diviac). La intervención tuvo carácter de reservada.
La puerta principal de la casa no fue tomada a la fuerza. No fue pateada. Miembros del personal de servicio de la vivienda abrieron al fiscal y policías tras el llamado. Hubo un breve diálogo, en el que Amenábar se identificó y comunicó de la medida contra el dueño del domicilio, aseguraron fuentes a este Diario. Luego el mismo personal de servicio hizo una consulta al ex presidente y este autorizó el ingreso del fiscal y los policías.
Fue entonces cuando García Pérez apareció por las escaleras y descendió algunos peldaños. En ese momento, el fiscal le solicitó que bajara para entregarle el mandato judicial. El ex presidente preguntó si venían a detenerlo y Amenábar le insistió que bajara. Fuentes cercanas al caso señalaron a El Comercio que en ese momento fue cuando García regresó a su dormitorio. “El ex presidente dijo que iba a hacer una llamada telefónica a su abogado. Ingresó a su habitación y cerró la puerta tras de él”, declaró ayer, en un pronunciamiento, el ministro del Interior, Carlos Morán.
Detrás de él, según las fuentes, fue un grupo de policías, quienes habrían ingresado con el fiscal. García Pérez entró a un ambiente y cerró la puerta antes que lo alcanzaran los agentes: trancó la puerta, nos precisaron.
Cuando trataron de ingresar, se escuchó el disparo. “En ese momento se pensó que podía ser un disparo hacia los policías”, explicaron las fuentes. Pero no era así y no lo sabían. Todo esto ocurrió en cuestión de minutos.
Con precaución, los policías decidieron ingresar al ambiente por un balcón. La imagen que encontraron fue la de Alan García autolesionado, al lado de su cama con un disparo en la cabeza.
“Inmediatamente sin perder tiempo la policía procedió a trasladarlo al hospital Casimiro Ulloa. Se suspendió la diligencia y posteriormente ingresó por emergencia”, detalló Morán.
Los policías evacuaron al ex presidente al hospital más cercano de San Antonio, el Casimiro Ulloa. Lo hicieron en el vehículo que se encontraba en la casa y con ayuda de los agentes de Seguridad del Estado que lo resguardaban por haber sido presidente de la República. Llegaron a las 6:45 de la mañana. Horas después falleció producto de una hemorragia cerebral por proyectil de arma de fuego y paro cardiorrespiratorio.
Los allegados al líder aprista comenzaron a llegar al hospital. “¡Viva el Perú democrático y sin abusos! ¡Viva Alan García!”, exclamó Omar Quezada, ex secretario general del Partido Aprista Peruano. A su lado, Ricardo Pinedo, secretario personal de García, confirmó en las fueras del hospital miraflorino el deceso, ocurrido a las 10:05 a.m.
Poco antes, la ministra de Salud, Zulema Tomás, había informado sobre la gravedad del estado de García: sufrió tres paros cardiorrespiratorios. Fueron tres reanimaciones en una intervención en la que estuvieron 27 médicos.
El arma de fuego con la que el ex presidente se suicidó era una de las tres armas de defensa personal que tenía en su vivienda. Estas contaban con licencia desde el año pasado, con una vigencia hasta el 2021. En total eran tres pistolas más un revólver de colección.
El ministro Morán no aceptó preguntas de la prensa. Lo acompañaba el director general de la PNP, José Luis Lavalle. Pero remarcó que la intervención de la Policía Nacional “se ha pegado estrictamente a los protocolos establecidos”, apoyando en una diligencia dictada por un juez en un caso emblemático como Lava Jato.
La defensa de García, el abogado Erasmo Reyna, increpó al fiscal cuando llegó a la vivienda –no estaba ahí cuando ingresaron– y reclamó que no tenía una cinta en el cuello, que lo identificara como representante del Ministerio Público.Sin embargo, según otras fuentes en la fiscalía, Amenábar se identificó correctamente. Explicaron que al ser un fiscal adjunto no debía usar cinta en el cuello, sino medalla. Solo los fiscales provinciales, como José Domingo Pérez, la usan. El distintivo, remarcaron, no es obligatorio porque hasta podría ser blanco de agresión en operativos en los que se presenta resistencia.
—El duelo—La diligencia de allanamiento a cargo del fiscal Amenábar, que se suspendió por el disparo, continuaba hasta el cierre de esta edición.
Una de las hijas de García, Josefina, ingresó a la vivienda en San Antonio mientras se desarrollaban las acciones fiscales. Lo hizo brevemente para sacar ropa –un portaterno– de su padre y algunas bolsas. Reyna y otro abogado de su equipo estuvieron también en el inmueble.
Horas antes, la fiscal adjunta de Miraflores Carmela Gonzales, junto a un equipo especializado de peritos, llegó al lugar de los hechos y registró todo lo ocurrido. Tomaron fotografías de la escena y levantaron indicios. Tras ello, habrá un informe que se difundirá en cuanto lo tengan listo, anunció el ministro Morán.
El presidente Martín Vizcarra fue una de las primeras autoridades en pronunciarse, tras confirmarse la muerte de García, y enviar sus condolencias a la familia. Utilizó su cuenta de Twitter para hacerlo. Ayer no tuvo ninguna actividad pública. “Consternado por el fallecimiento del ex presidente”, escribió.
Desde el Ejecutivo, el primer ministro Salvador del Solar también usó Twitter para expresar sus condolencias a los familiares del ex mandatario, así como a los militantes del Partido Aprista Peruano.
El Gobierno, a través de la Presidencia de Consejo de Ministros, declaró ayer tres días de duelo nacional. El decreto supremo publicado en una edición extraordinaria del boletín de Normas Legales del diario oficial “El Peruano”, señala que este será hasta el viernes 19 de abril.
Cuando se esperaba el traslado del cuerpo del ex jefe del Estado, cuando aún permanecía en el Casimiro Ulloa, Pinedo informó que la familia de García rechazó el protocolo oficial establecido en las normas ante la muerte de un ex gobernante. El velorio se lleva a cabo en la Casa del Pueblo.