En la primera audiencia para analizar la extradición del expresidente Alejandro Toledo Manrique, el juez a cargo de la Corte del Distrito Norte de California, Thomas S. Hixson, escuchó los argumentos de la fiscalía estadounidense para sustentar la posición del Estado peruano y solicitar la extradición del exjefe de Estado. En tanto, la defensa del exgobernante demanda que se niege este pedido.
La audiencia se realizó esta mañana vía Zoom. En ella estuvo presente Alejandro Toledo, acompañado por su esposa Eliane Karp, a quien se le vio asomar a la cámara en ciertos momentos de la audiencia. Participaron en los alegados el abogado de Toledo, Graham Archer; el juez a cargo del caso y la fiscal estadounidense Rebecca Haciski.
Según Haciski, “dada toda esta voluminosa evidencia que conecta a Toledo con el acuerdo de soborno y con el dinero, solo hay una respuesta” y esta es “que hay una causa más que probable por la que Toledo cometió colusión y lavado de dinero”.
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En esta sesión se debían escuchar los argumentos para definir si hay causa probable -evidencia suficiente- para la extradición de Alejandro Toledo, quien actualmente cumple arresto domiciliario en Estados Unidos.
El exmandatario es acusado de haber recibido un soborno de US$35 millones por parte de la constructora Odebrecht durante su gestión como presidente. A cambio, habría favorecido a la empresa para negocios en Perú.
Argumentos
El abogado de Alejandro Toledo alegó que los testimonios del empresario Josef Maiman y Jorge Barata, exrepresentante de Odebrecht en Perú, no eran confiables.
“Cuando tienes testigos fundamentales en los que se desconfía, no respecto a detalles menores, discrepancias, o menores inconsistencias, sino fundamentales. La única conclusión es que Toledo desconocía del acuerdo, no obtuvo beneficios y no tuvo acción”, dijo Archer durante la audiencia.
La defensa del exmandatario sostiene que hay inconsistencias y contradicciones entre las declaraciones de Maiman, Barata y la acusación del Perú. Además, que no hizo nada diferente a sus funciones como presidente. En ese sentido, apoyar la celeridad de un proyecto.
De otro lado, señaló que la única evidencia que hay es el préstamo de medio millón de dólares que Maiman facilitó a Toledo para pagar la hipoteca de dos inmuebles.
La fiscal Haciski dijo, al inicio de la audiencia, que la evidencia presentada por la defensa del expresidente no es relevante. Indicó también que hay evidencia de que Alejandro Toledo estuvo en el hotel Marriott de Río de Janeiro (Brasil), en el 2004, donde se presupone se hicieron acuerdos para el soborno.
Adicionalmente, Haciski explicó que la consumación del soborno fue un “proceso gradual”, pues no hubo solo una, sino varias reuniones. “Lo que la evidencia muestra es que no hubo una reunión para consumar el soborno. Fue un proceso gradual. Eso fue producto de un número de reuniones”, dijo.
La fiscal señaló que “no es correcto que la defensa reclame que no hubo reunión para discutir el soborno”. “Discutieron en diferentes reuniones que tuvieron lugar en Río de Janeiro”, pero no se especifica en cuál se abordó el soborno.
De otro lado, Haciski indicó que no es posible argumentar que el expresidente desconocía del dinero irregular, teniendo en cuenta el testimonio de Barata. “Si tomamos el testimonio de Barata, que dijo que él personalmente entregó el dinero a Toledo, y Toledo lo presionó para continuar con los pagos del soborno”.
Respecto a las supuestas contradicciones entre los testimonios, la fiscal señaló que la jurisprudencia precisa que la defensa “no puede ofrecer evidencia que cuestiona la credibilidad de las declaraciones” de los testigos. Esto corresponderá hacerlo en el país donde se desarrolle el juicio.
El juez Hixson concluyó la audiencia del viernes indicando que la decisión será tomada en los próximos días.