En el referéndum del 2018, el 86% votó en contra de la reelección inmediata de congresistas. Además, un 85% de peruanos aprobó la decisión del cierre del Congreso, según un sondeo de Ipsos Perú hecho pocos días después de la disolución. Por lo tanto, era de esperar que los partidos que se lanzaban a las elecciones complementarias evitaran postular a los disueltos, pese a que el JNE aclaró que por esta vez valía la reelección.
A pesar de todo lo anterior, hubo partidos que persistieron en lanzar a sus figuras peleoneras. Contigo, el rebautizado Peruanos por el Kambio (PpK), se enajenó del sucesor de PPK. Decidió que Juan Sheput fuese el #1 y Salvador Heresi el #2 en Lima. Ambos se habían acercado a la oposición fujiaprista; sobre todo Heresi, que fue primer vicepresidente en la Mesa Directiva de Pedro Olaechea. Los resultados del conteo rápido de América TV-Ipsos Perú al 95% le dieron el último lugar, con 1,1% de los votos válidos.
La gran conmoción aprista del año pasado no fue el cierre del Congreso, sino el suicidio de Alan García. Los apristas henchidos de ánimo opositor in memóriam del líder fallecido vieron pertinente que Mauricio Mulder, el gran confrontador, nada menos que el autor de más peliagudas iniciativas aprobadas con votos de la mayoría naranja, fuese su top 1.
La maquinaria electoral estaba en desuso desde el 2016, cuando saltó la valla por mérito de la tradición y de García, pues el aliado PPC no obtuvo ni una sola curul. Hoy han retrocedido por debajo del 5%, hasta un insuficiente 2,6%, según el conteo rápido al 95%.
Finalmente, si alguien leyó al revés todas las advertencias, fue Rafael López Aliaga. El secretario general y promotor de la reconversión de Solidaridad Nacional en lista de confluencias conservadoras llamó a Rosa Bartra y a Yeni Vilcatoma para que fueran 1 y 2 de su lista limeña. Si hay que elegir al rostro más representativo de la gran confrontación, este sería el de Bartra, la expresidenta de la Comisión de Constitución, que alentó el archivo del proyecto de adelanto de elecciones. Por esa misma razón, por haber sido una de las causantes del cierre de su bastión político, Fuerza Popular no la convocó en su lista. A diferencia de los amarillos, los naranjas sí calcularon que, mejor que forzar reelecciones, era dar alternativa a candidatos nuevos o a un cuadro en reserva, como Martha Chávez.
Los solidarios no tuvieron ese cálculo y persistieron en encabezar su lista con la imagen misma de la confrontación. Con 1,4% de votos válidos, según el conteo rápido, están entre los últimos tres de la lista.