La vacuna es un bien público, gratuito y garantizado por el Estado. Un proceso de vacunación nacional, masiva, rápida y eficaz, junto al cambio de la estrategia sanitaria frente al COVID-19 (con una identificación temprana de casos, así como su aislamiento o atención a nivel local), cambiarán dramáticamente el curso de la emergencia.
La agenda que proponemos desde Juntos por el Perú es clarísima: el deber de garantizar que la vacuna llegue de manera justa a todos los peruanos y peruanas es del Estado. Toca ya un Estado que garantice los derechos.
En esa perspectiva, estos son los puntos a seguir:
1) Las estrategias para desarrollar para revertir la negativa a la vacunación de un sector de la gente, con información y comunicación en salud.
2) Concertación con la sociedad civil, gobiernos regionales, locales e instituciones.
3) Recursos humanos con el número suficiente de personal de enfermería y de técnicas de enfermería, así como el refrescamiento de su capacitación.
4) Inventario de la cadena de frío.
5) Proceso acelerado de compra y/o reposición de los equipos e insumos que se requieren.
6) Arreglos institucionales para una distribución y almacenamiento adecuados.
En el mundo, prácticamente desde diciembre del año pasado ya se habían cerrado las principales ventas de vacunas a países. En estas circunstancias, que se sepa no hay espacio para venta a privados. Adicionalmente, con las características de una vacuna producida y aprobada en condiciones de emergencia, ¿habrá algún privado dispuesto a asumir las garantías, seguros y protecciones necesarios?
Si el sector privado está dispuesto a colaborar y rectificar las actuaciones usureras que tuvieron durante la primera ola sería una buena noticia. Pero lo que corresponde, si quieren colaborar con un eficaz y rápido plan de vacunación, es que pongan su infraestructura y equipos al servicio de la vacunación nacional. Además, también podrían apoyar en campañas de información y educación de la población.
En Juntos por el Perú pensamos que es hora de poner por delante las necesidades de todos los peruanos, el derecho a la salud está por delante de los intereses particulares y entender que la salud no es una mercancía, la salud es un derecho.