Las presentaciones de los candidatos en CADE no causaron grandes sorpresas. Veremos si tienen algún impacto en las encuestas, pero ello parece poco probable.
Las cosas no le fueron bien a Alejandro Toledo. Para una candidatura que pretende ser tomada con seriedad, no es un buen síntoma generar como respuesta la risa constante.
César Acuña, por su parte, leyó un discurso sobre generalidades del que es difícil inferir qué modelo seguiría de llegar a Palacio. Ofreció una mezcla de estatismo con apertura a la inversión privada. No asustó, lo que en el balance resulta positivo para sus intenciones.
La más aplaudida de la jornada fue Keiko Fujimori. Si bien se mostró articulada, no dio medidas específicas sobre su plan de gobierno. Privilegia un proyecto (o un discurso electoral) de inversión pública sobre privada. No supo explicar cómo se costearían sus propuestas.
En CADE, Alan García destacó la necesidad de hacer política y mostrar liderazgo para lograr el crecimiento económico. Se manejó bien, como era de esperar, aunque evitó responder concretamente a preguntas sobre sus propuestas contra la corrupción y la reforma del Poder Judicial.
La última intervención fue la de PPK. Fue el más serio y específico, aunque su exposición estuvo un tanto deslucida (mejoró con las preguntas del panel). Quizá no sea suficiente para detener la caída en el entusiasmo por su postulación.
En general, con la excepción de PPK y en menor medida García, se escucharon más metas que planes concretos para alcanzarlas. Si en un foro como CADE no se discuten planes de gobierno, hay poco espacio para esperar que ello se haga en el resto de la campaña. Preocupante.
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Arrancó la campaña electoral: 5 candidatos expusieron en #CADE2015 ► https://t.co/X3yNFpNuva (Por @mleonespinosa) pic.twitter.com/t2poKI9xQe— Política El Comercio (@Politica_ECpe) diciembre 5, 2015