El equipo de trabajo Lava Jato del Ministerio Público Federal de Paraná (Brasil) expresó su preocupación por la remoción de Rafael Vela Barba como coordinador del Equipo Especial que investiga el Caso Lava Jato, así como del fiscal José Domingo Pérez como parte de dicha instancia, anunciada el 31 de diciembre por el fiscal de la Nación, Pedro Chávarry.
“La Fuerza de Tarea Lava Jato del Ministerio Público Federal en Paraná expresa públicamente su preocupación por la destitución de los fiscales Rafael Vela Barba y José Domingo Pérez”, indicaron a través de un comunicado publicado este miércoles.
El equipo de fiscales brasileños aseguró que ha acompañado el trabajo de los investigadores peruanos de cerca en el marco de una estrecha cooperación internacional y que, en ese contexto, se realizaron diligencias y envíos de documentación que favorecieron los procesos que se iniciaron en el Perú por actos de corrupción relacionados a constructoras de Brasil.
“Estas medidas y sus resultados solo fueron posibles en virtud del compromiso del equipo especial a través de investigaciones adecuadas”, manifestaron.
“(Este grupo) Tiene conocimiento de que, desde que asumió la coordinación del equipo especial, (Rafael) Vela ha sido exitoso en su diálogo con la empresa Odebrecht y con las autoridades brasileñas para viabilizar las diligencias y la obtención de pruebas a favor de las investigaciones peruanas”, añadieron.
En ese sentido, recordaron que ya habían expresado su respaldo a la labor del equipo encabezado por Rafael Vela por considerar que las investigaciones que involucran a políticos y autoridades públicas requieren de un grado indiscutible de independencia.
“No hay garantía de independencia en la actuación de los fiscales sin que, a la vez, exista una estabilidad en la conducción de las investigaciones. La garantía de independencia es incompatible con la expulsión de los fiscales con motivaciones débiles”, señalaron en el comunicado.
Por esto, consideraron que la salida de Rafael Vela y José Domingo Pérez puede traducirse en retrasos en las investigaciones y en una afectación del proceso por perjudicar la credibilidad de los fiscales peruanos.
“El alejamiento de los fiscales con motivaciones frágiles es un peligroso precedente latinoamericano para el trabajo independiente e imparcial de investigadores en la región y en el mundo en situaciones similares”, advirtieron.