La bancada de Fuerza Popular ingresó este martes a las 5:00 p.m. ─al Área de Trámite Documentario del Congreso─ una moción de orden solicitando una censura del actual presidente de ese Poder del Estado, Daniel Salaverry, por un supuesto “ejercicio abusivo de su cargo”.
En el documento presentado se contemplan una serie de argumentos, los cuales tendrán que ser debatidos por los parlamentarios, de llegarse a admitir la moción en el próximo pleno del Legislativo.
El Comercio consultó sobre los cuatro principales puntos con los que Fuerza Popular defiende su intención de censurar a Daniel Salaverry con dos expertos en temas parlamentarios. ¿Violentó el titular del Legislativo el reglamento? A continuación sus impresiones.
1. [Daniel Salaverry] No convoca a los miembros de la Mesa Directiva desde hace seis semanas, adoptando decisiones de manera unilateral (como la conformación de nuevas bancadas) respecto de la gestión y administración del Congreso.Alejandro Rospigliosi, ex jefe de Gabinete de Asesores, refiere que “no hay en el Reglamento del Congreso un artículo obligue a sesionar cada cierto tiempo a la Mesa Directiva”, por lo que esto no tendría fundamento técnico de fondo.
Añade que con la práctica parlamentaria la mesa podría sesionar cada dos o tres semanas, como también dejar de hacerlo varios días. “Sería insólito que se censure a un presidente solo por cumplir una sentencia del Tribunal Constitucional”, indicó.
Para José Élice, ex oficial mayor, Salaverry sí debería de haberlos convocarlos. “Si no ha sido así, el presidente del Congreso cuando menos estaría actuando en contra del espíritu del artículo 33 del Reglamento, que establece que la Mesa Directiva tiene a su cargo la dirección de administración y de las sesiones del Congreso. Por lo tanto, sus integrantes deberían conocer y eventualmente coordinar estos asuntos que requieren de atención permanente”.
2. Salaverry no convocó a Consejo Directivo antes de la realización de un nuevo pleno ordinario [...] a fin de aprobar la agenda y poner en conocimiento 24 horas antes al resto del Congreso.
Élice califica este argumento como “grave”, puesto que artículo 30 del reglamento pone como atribuciones al Consejo Directivo el “aprobar la agenda de cada sesión del pleno, definiendo los proyectos que se tratarán en la orden del día de la sesión”.
No obstante, Rospigliosi se remitió al acuerdo del Consejo Directivo del 2012 que delegó al entonces presidente del Congreso Víctor Isla “la facultad de elaborar la agenda del pleno por razones de fluidez y de la dinámica parlamentaria. Entonces, esa delegación de facultades está vigente hasta el día de hoy, se ha venido haciendo por todos los presidentes del Congreso hasta la fecha”, incluso Luz Salgado y Luis Galarreta, los antecesores de Salaverry.
3. El 4 de enero se solicitó al presidente del Congreso, Daniel Salaverry, convocar al Consejo Directivo para el 7 de enero, hora y media antes de la sesión plenaria programada, pedido que simplemente no fue atendido.
Sobre ello, Rospigliosi dijo que quizás hubo “una falta de cortesía, respeto y buenas prácticas parlamentarias” por parte de Salaverry al no haber realizado el Consejo Directivo pese a que se lo solicitaron.
Añade que el tiempo entre la sesión del consejo y el pleno tampoco habría sido un problema. En todo caso, refiere, “no una habido una violación al Reglamento” sino “una falta de consideración a los congresistas”.
Por su parte, Élice se remite al artículo 31 de reglamento, que Señala que el Consejo Directivo “se reúne siempre antes de la realización de un nuevo pleno ordinario” y “en todas aquellas oportunidades que lo acuerde o cuando lo convoque el presidente del Congreso o a solicitud de un tercio del número legal de sus miembros”. Esto último se habría concretado en este caso.
4. Salaverry ha incumplido el reglamento durante la última sesión al no respetar las reglas de orden de las sesiones y no haber procedido a disponer dar lectura del reglamento para que Alberto de Belaunde (Bancada Liberal) retire los insultos y acusaciones.
Sobre esto existe un punto de coincidencia entre el ex oficial mayor y el ex jefe de Gabinete de Asesores de la Mesa Directiva. Para Élice, “en efecto”, “aquí se debió aplicar el artículo 36 del reglamento” sobre disciplina parlamentaria “así como la práctica legislativa que viene desde el Congreso bicameral”.
Rospigliosi agregó que “el presidente del Congreso manejó mal la situación” y que una vez que “ya activó el botón de pedirle al legislador que retire su frase”, y él decidió no retirarla, debió continuar hasta el final con el dispositivo activado. “Sí, debido ordenar que se suspenda la sesión y convocar a Junta de Portavoces”, como lo solicitó Fuerza Popular, apuntó.
Sin embargo, Rospigliosi recordó que, según la Constitución, un congresista, en este caso Alberto de Belaunde, no está sujeto a mandato imperativo y “no son responsables ante autoridad ni órgano jurisdiccional alguno por las opiniones y votos que emiten”.
Otras consideraciones
Para el ex oficial mayor José Élice, en el orden político parlamentario se puede entender y hasta dar la razón al presidente del Congreso. “Por ello se impone un acuerdo urgente de que detenga esta crisis y abra un camino institucional de entendimiento”, sostuvo.
Por su parte, Alejandro Rospigliosi refirió que la solicitud carece de fundamentos sobre todo técnicos. En todo caso, ambos especialistas señalaron que finalmente es el pleno quien tiene la última palabra sobre un pedido de esta naturaleza. Acotaron que no se establece criterios en el Reglamento del Congreso para plantear una censura.