Se rompió la supremacía de George Forsyth y la competencia entre los candidatos, con porcentajes bajos, tiene como objetivo pasar a la segunda vuelta, pues esto último es lo único claro en el escenario electoral del 11 de abril próximo. Y es que los movimientos de intención de voto, como muestra la encuesta de Ipsos, dibujan una tendencia, marcando una clara caída de George Forsyth y Julio Guzmán, y el ascenso de Yonhy Lescano. Dinámica que relaciona a los tres y está situada en el centro del espectro político.
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La caída de George Forsyth era producto de la limitación de los aspectos positivos de su candidatura. El ser joven, nuevo en política y popular por su paso por el fútbol y la alcaldía fueron importantes para impulsarlo hace algunos meses, pero insuficientes para mantener una posición de liderazgo, junto con mostrar falencias de su candidatura en la que no ha podido mantener una propuesta eje, que lo ancle como atractivo para el elector.
Ese espacio lo ha aprovechado Yonhy Lescano usando su experiencia política. Casi como un vestido tornasolado, se ha sabido mover alejado de la propuesta y discurso oficial del partido y de su bancada, sobre todo de Manuel Merino, pero agarrado de una lampa, símbolo de un partido ‘atrapatodo’, que le ofrece potencia nacional. De esta manera, puede estirar su brazo y ganar lo que Forsyth y Guzmán pierden.
En el caso de este último, cae porque su candidatura no logra cuajar y es asociada al Gobierno, en el peor momento de la campaña. No es seguro que un repunte de la aprobación de Sagasti impulse nuevamente la candidatura de Julio Guzmán. Y si de caídas se trata, pues las de César Acuña y Marco Arana van desapareciendo, al lado de las estancadas de Hernando de Soto, a quien López Aliaga le puede respirar la nuca, e incluso la de Daniel Urresti.
Pero la encuesta de Ipsos muestra también a las dos únicas mujeres disputando un espacio para llegar a la segunda vuelta. Empatadas y con buenas expectativas, Keiko Fujimori se aferra al tradicional albertismo para cohesionar a sus electores, con un discurso ambivalente sobre la “demodura”, que parece más cercana a la “dictablanda” de la que hablaba François Bourricaud. Tiene voto duro, pero un techo también duro.
Verónika Mendoza logra evitar que lo absorbido por Lescano en el sur no la hunda, con una campaña a la izquierda que ha minimizado a sus competidores en ese espacio (Arana y Castillo), pero con un problema al tener un partido, como Juntos por el Perú, que es una marca desconocida, al igual que sus candidatos parlamentarios.
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Pero quizá la novedad de la encuesta de Ipsos es la simulación de la segunda vuelta. De los cinco candidatos arriba nombrados, George Forsyth y Yonhy Lescano superarían al resto, y entre ellos se daría un empate. Preferirían, pues, encontrarse con los otros, y a su vez todos con Keiko Fujimori, que no supera a nadie. Pero para que eso ocurra faltan ocho semanas y lo primero es pasar la segunda vuelta, donde nadie está seguro.