El famoso pastelero francés Gaston Lenôtre vivió 88 años, pero es en la mitad de ese tiempo que realmente tuvo la vida que quería. A los 40 años, abrió un servicio de preparación de postres y, con ello, su éxito en la cocina se consolidó cuando los parisinos empezaron a llamarlo “el Napoleón de la pastelería”. En honor a ese nombre, Jérôme Galiano, abogado de profesión y amante de la repostería de corazón, nombró a su pastelería de San Isidro y Miraflores como Napoleón Haute Pâtisserie.
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Napoléon es un pedazo de Francia en Lima, que tiene sillas de tradicional acabado francés toile de jouy, una vitrina de postres hermosos y elegantes, y donde se escucha música de ambiente con pinta de “La vie en rose”. Galiano, un francés minimalista, dota del mismo carácter a su pastelería. Es meticuloso con el aforo, ya que ‘menos es más’ y las multitudes desentonan. Por eso, ha demorado en mostrar su pastelería a los medios, aunque, por otro lado, ha hecho catering a algunas de las bodas más importantes de la ciudad.
“¿Qué hace a un postre típico francés? Su acabado bonito a la par de su esencia y sabor. Lo primero que recibe la gente es la estética. (...) Nos caracteriza la simplicidad. En otros lugares, les gusta los moldes, cosas geométricas y muchos colores, pero prefiero la sobriedad y lo no tan ostentoso”, comenta Galiano, de 31 años, un aficionado a la pastelería desde los 14 años y quien prefiere atender a sus clientes desde la caja.
Aunque tanta elegancia suene costosa, en realidad, el dueño de Napoleón comenta que siempre intenta mantener precios accesibles en la carta, que varían entre los 8 y 23 soles en postres, salados y bebidas. En esta oportunidad, presentó a Provecho de El Comercio tres postres estilo francés y el famoso chocolate caliente clásico.
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Saint Honoré
Alguna de las teorías de los franceses sobre la invención de este postre es que se creó en la famosa calle de las pastelerías Rue Saint Honoré (París) en 1820; un pastelero lo cocinó en honor a ‘San Honorato’, que hasta hoy es conocido por los parisinos como ‘el santo de los pasteleros’.
En masa hojaldre, profiteroles con caramelo encima, crema pastelera y crema batida baja en azúcar, se trata de la delicia principal de la vitrina de Napoleón. No empalaga, a pesar de su grandeza, y la mayoría de comensales la disfrutan con un café entre amigos, familia o colegas del trabajo. Existen diferentes versiones del mismo postre con vainilla, chocolate o frambuesas, en combinación y dependiendo de la opción.
Precio: entre 19.50 y 23.50 soles.
Eclair de Chocolate
“On le mange en un éclair” (”Lo comemos en un rayo”, traducido al español). En Perú, el postre es conocido como relámpago, pero pocos saben que el nombre se debe al dicho francés de que se come rápido. Galiano comenta que es el dulce más comido por los parisinos.
La presentación de la pastelería es con relleno de crema pastelera de chocolate, una vez más, la cantidad perfecta de azúcar para no hastiar el estómago tan rápido. Además, la suavidad en boca de la masa choux en combinación con el toque crujiente de los nibs de cacao hacen que el bocado sea perfecto para acompañarlo con una bebida que contraste.
También hay una versión en maracuyá.
Precio: 13 soles
Tarta de fresas royal
Es lo que muchos confunden con la clásica ‘tartaleta’ de fresas, de crema pastelera y batida encima. La tarta de fresas royal de Napoleón tiene un diámetro menos que la dimensión común de las tartas limeñas que se encuentran en las pastelerías, y aún así, el dueño de la pastelería la considera demasiado grande.
Es un postre que no espera más de un par de horas sin refrigeración y se tiene que disfrutar en el momento. No se siente demasiado dulce y la selección de frutas encima de la crema pastelera se siente como una gustosa compañía de sabor en la boca. Su base es una masa sablée, un poco más sólida y crocante. Este último puede ser el toque diferente, en comparación con otras tartas de masas ‘panosas’ o suaves en extremo.
Precio: 14 soles.
Chocolate caliente
Es común que los chocolates calientes de las cafeterías de Lima sean diluidos y grasosos, como el navideño. En cambio, en la opción que da la pastelería francesa, se nota el espesor del dulce oscuro, como si fuera una barra de chocolate recientemente derretida, pero capaz de sostener la textura de la bebida sin solidificarse. Como una opción extra, Napoleón ofrece de acompañamiento leche para combinarla. Además, los postres que acompañan este tipo de bebidas también van a la mesa con un vaso pequeño de agua.
El ingrediente de la bebida es un chocolate italiano al 70% de cacao y, como los postres, se intenta no exceder el azúcar. Depende de gustos, se podría considerar como un postre más.
Precio: 13 soles.
Dato
La pastelería café atiende de martes a domingo desde las 7:30 hasta las 9 p.m. (postres desde el mediodía) en el local ubicado en Vía Principal 176, San Isidro. Los otros dos locales de Napoleón Haute Pâtisserie se encuentran en Calle Alfonso Ugarte 287 en Miraflores, que abre a las 11:45 a.m. hasta las 7:30 p.m., y el local de la Av. Santa Cruz 873 en Miraflores, que atiende desde el mediodía hasta las 7:30 p.m.
Es normal que no encuentres la carta en formato grande o te la lleven a la mesa, pues el dueño prefiere que, al estilo francés, decidas la elección del postre después de salivar con las opciones que tiene la vitrina. Los clientes deben acercarse a la caja para hacer el pedido.
Conoce más sobre su propuesta en el Instagram @napoleon_patisserie.
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