Cada vez que hay un pequeño espacio en el calendario, los limeños suelen aprovechar e irse de viaje para hacer turismo. Conocer otros lugares y culturas resulta fascinante para gran cantidad de compatriotas. Sin embargo, muchas veces se desconoce que hay sitios no tan famosos, pero no por eso menos interesantes y bellos de admirar. Este es el caso de la denominada “Suiza limeña”. A continuación, te vamos a contar mucho más sobre este ‘paraíso’.
¿Cuál es la ruta para llegar a la “Suiza limeña”?
Al lugar al que nos referimos es Ichoca. Para adentrarte, en la también conocida como la “Suiza limeña”, el primer paso es dirigirte al parque Echenique en Chosica.
Desde este punto, encontrarás diversas opciones de transporte que te llevarán hasta Matucana, el punto de partida para tu aventura en Ichoca.
Una vez en Matucana, podrás optar por tomar una mototaxi que te lleve directamente o decidir emprender una caminata que, aunque demanda algo de tiempo, te permitirá disfrutar aún más del paisaje y la naturaleza que te rodea durante el trayecto.
Con aproximadamente una hora de caminata, llegarás a este destino tan anhelado, listo para explorar todas las maravillas que tiene para ofrecer.
Qué atractivos nos ofrece Ichoca
Ichoca te espera con una amplia gama de atractivos naturales que te dejarán maravillado. Entre ellos, destacan las majestuosas cascadas, como “El Encuentro” y “Antankallo”, cuyas aguas cristalinas y refrescantes invitan a sumergirse en su belleza.
Además, no puedes dejar de visitar las dos lagunas gemelas, cuya serenidad y belleza paisajística te dejarán sin aliento.
El paisaje se completa con una variedad de flores de todos colores que adornan el entorno, brindando un espectáculo visual único.
Para los más aventureros, Ichoca ofrece la posibilidad de practicar trekking en sus senderos naturales, acampar bajo el cielo estrellado y desafiar tus límites con emocionantes sesiones de rappel.
Cuáles son las razones que nos deben impulsar a hacer turismo
Hacer turismo dentro del propio país ofrece una serie de beneficios que van más allá de la simple exploración de lugares desconocidos. En primer lugar, viajar localmente fomenta el apoyo a la economía nacional al invertir en negocios locales, hoteles, restaurantes y atracciones turísticas. Este flujo de dinero contribuye al desarrollo económico de las comunidades locales y ayuda a generar empleo en sectores como el turismo y la hostelería, especialmente importante en momentos de crisis económica.
Además, el turismo interno promueve un mayor conocimiento y aprecio por la diversidad cultural y natural del propio país. Al explorar diferentes regiones, ciudades y pueblos, los viajeros tienen la oportunidad de sumergirse en la riqueza cultural, histórica y geográfica que ofrece su propia nación. Esto no solo fortalece el sentido de identidad nacional, sino que también ayuda a preservar y promover el patrimonio cultural y natural del país para las generaciones futuras.
Por último, viajar dentro del país puede ser una experiencia transformadora a nivel personal. Permite a los viajeros desconectar de la rutina diaria, explorar nuevos paisajes, probar diferentes alimentos y conocer gente nueva, todo ello contribuyendo a un mayor bienestar emocional y mental. Además, al reducir la huella de carbono asociada con los viajes internacionales, el turismo interno también puede ser una opción más sostenible y respetuosa con el medio ambiente.
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