El director ejecutivo del consejo administrativo de la Fórmula 1, Bernie Ecclestone, dejó su cargo tras el caso de soborno por entregar dinero a un empleado de un banco público.
En el 2006, el Bayern Landesbank, entidad financiera que controlaba parte de los derechos de la F1, vendió al grupo de inversionistas CVC para quedarse con la mayor parte de acciones del campeonato mundial.
Si bien la venta fue aprobada como “limpia” en su momento, se ha develado que el empleado de dicho banco Gerhard Gribkowsky, quien gestionó la transacción, recibió dinero de Ecclestone para formalizar la venta. Esto finalmente terminaría siendo un delito, ya que Gribkowsky es un trabajador público y no puede recibir dinero privado como “soborno”.
Por su parte, Ecclestone, con este movimiento, pudo mantenerse al frente del FOM (Formula One Management), por un acuerdo que tenía con CVC. Bernie acepta haber pagado esa cifra, pero, según él, se trataba de un “incentivo” y no de un “soborno”.
La justicia, si es que demuestra que Bernie sabía esto, podría meter a la cárcel al director ejecutivo del FOM por casi 10 años. Por ello, Ecclestone dijo que si era juzgado y condenado por este caso, dejaría su cargo como administrador de la F1.
Pese a esto, Bernie Ecclestone seguirá en la negociación para adquirir Nürburgring y estará presente en las carreras de esta temporada del campeonato.