Debido al cambio de motor que realizó para el Gran Premio de Malasia, Sebastian Vettel tuvo que partir desde la última línea de la parrilla y remar toda la carrera para conseguir algunos puntos que no lo despeguen del líder del campeonato y máximo rival, Lewis Hamilton.
Pero lo que nunca imaginó el alemán de Ferrari es que su ‘endemoniado’ ritmo lo llevaría hasta la cuarta ubicación, puesto con el que estaba tranquilo al término de la carrera hasta que se topó con Lance Stroll.
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Y es que el canadiense de Williams impactó contra el Ferrari por detrás, torciendo la rueda izquierda y dejando a Vettel sin posibilidades de avanzar en el último GP que albergará el circuito de Sepang. Debido a esto, el alemán apagó el auto, tomó su volante y accedió a irse hasta boxes sobre el Sauber de Pascal Wehrelin.
Aunque las normas estipulan que el piloto debe dejar el timón en el auto, el número uno de Ferrari no fue sancionado. Lamentablemente, el accidente podría ocasionar que remplace la caja de cambios, siendo sancionado con al menos cinco puestos para el Gran Premio de Japón (8 de octubre).