El último fin de semana se llevó a cabo la carrera Coke Zero 400 Nascar Sprint Cup, que se llevó a cabo en el Daytona International Speedway. Y parecía una fecha normal, hasta la última vuelta.Seguir a @ruedasytuercas !function(d,s,id){var js,fjs=d.getElementsByTagName(s)[0],p=/^http:/.test(d.location)?'http':'https';if(!d.getElementById(id)){js=d.createElement(s);js.id=id;js.src=p+'://platform.twitter.com/widgets.js';fjs.parentNode.insertBefore(js,fjs);}}(document, 'script', 'twitter-wjs');
El auto de Austin Dillon venía haciendo un giro, cuando de pronto salió volando sobre la valla, lo cual provocó un choque múltiple. Según los primeros reportes, el conductor solo tuvo lesiones en el cóxis y antebrazo.
No obstante, los escombros del auto llegaron a impactar en trece espectadores, de los cuales cuatro fueron tratados en el lugar, mientras que uno de ellos fue llevado al hospital, aunque en condición estable. Los demás dijeron encontrarse en buenas condiciones.
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“Vamos a analizar esta situación y aprenderemos de ella”, alcanzó a decir Joie Chitwood III, presidente de la Daytona International Speedway.
Lo cierto es que Dale Earnhard Jr. ganó la carrera, aunque con sentimientos encontrados, pues en 2001, en ese mismo circuito, su padre falleció producto de un accidente en las 500 Millas de Daytona.