Siguiendo una particularidad no aplicada masivamente por las cadenas de streaming, Netflix optó por partir en dos la segunda temporada de “El abogado del Lincoln”, la serie policial protagonizada por el actor mexicano Manuel García Rulfo (Mickey Haller).
En ese sentido, hace unos meses tuvimos el estreno de los primeros cinco episodios de la continuación de esta propuesta basada en los libros de Michael Connelly. Ahora, toca comentar los capítulos seis, siete, ocho, nueve y 10, ya disponibles en la popular cadena de streaming.
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Pero antes de pasar al análisis, toca hacer un breve recordatorio sobre lo que tenemos al frente. Mickey Haller (García Rulfo) viene de saborear la fama merced al caso delictivo que resolvió en tribunales la temporada anterior. En una cena con su primera exesposa (Maggie/Neve Campbell), el letrado conoció inesperadamente a Lisa Trammell (Lana Parrilla), una chef y dueña de un restaurante que precisa de su ayuda pues enfrenta un verdadero lío con un constructor.
Mitchell Bondurant es el nombre del empresario que intenta hace mucho tiempo hacerse con el terreno donde Lisa tiene su restaurante. Su objetivo: construir moles de cemento. La serie, por supuesto, no ha colocado a la chef solo por un tema legal y/o policial. Entre ella y Michael se desarrolla una química innegable. El abogado cae prendido de la cocinera, pero sería un error pensar que las cosas –amorosas, afectivas o como deseen llamarse—tendrán un camino fácil.
Una explicación para los elogios que recibió la primera parte de esta segunda temporada fue que los realizadores de “El abogado del Lincoln” supieron detectar lo bueno de la sesión de estreno y lo reforzaron. En esa línea, por ejemplo, el equipo que acompaña a Haller en sus aventuras judiciales repite apariciones. Becki Newton vuelve a ser la siempre refrescante Lorna Crane. Su novio, el detective Cisco (Angus Sampson) hace lo propio y, finalmente, Jazz Raycole (Izzy Letts) sigue siendo la chofer del problemático letrado.
Aunque, claro, se percibe un intento por trastocar en parte las propias historias de los personajes descritos. Lorna está a punto de culminar su carrera como abogada, por lo que cada vez se toma más en serio su rol como asistente de Mickey (quien además es su exesposo, claro). Cisco –tras superar un problema que parecía supremamente oscuro) continúa derrochando astucia en cada tarea que Haller le encarga a lo largo de los cinco episodios finales. Y en el caso de Izzy, los problemas afectivos vuelven a pasarle factura, aunque esta vez es capaz de salir adelante.
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Dijimos en alguna ocasión que el éxito de “El abogado del Lincoln” radica, entre otras cosas, en ser una serie que con su (aparentemente) poco material produce mucho. Rentabiliza. Mickey Haller es el mismo tipo alto y flacucho que, gracias a toques de brillantez, encuentra la forma de resolver casos a su favor. Nada ha cambiado en esta segunda parte de la temporada 2. El letrado tiene en frente a la fiscal Andrea “Andy” Freemann (Yaya Dacosta), una colega que a ratos se muestra ciertamente sobreactuada, aunque en el balance final cumple su rol de ‘rival’ de armas tomar.
Si tuviéramos que partir esta segunda parte de la temporada 2 en a su vez otras dos partes lo correcto sería decir que se empieza con 30% de romance y 70% de corredores judiciales. Hay un riesgo latente de caer pesados si vemos durante varios minutos a Lisa Tremmell intentando defender su inocencia de la acusación de asesinato contra Mitchell Bondurant. Sirve un alegato, dos, pero cuando el recurso se repite, desgasta y, ante la tentación por la incontable cantidad de producciones que tiene Netflix, se corre el riesgo de lo que antes llamábamos ‘cambiar de canal’.
Los capítulos seis, siete y ocho son en su gran mayoría una prueba de fuego de la que seguramente saldrán librados con mayor facilidad los verdaderos fanáticos de Mickey Haller y su equipo. Incluso, aunque las miradas lujuriosas se mantienen, no estamos muy alejados de la realidad si decimos que el romance – el gancho—se pone en stand by muy notoriamente.
Pero si logras llegar a la segunda mitad del capítulo ocho de esta segunda temporada, lo que viene será ciertamente más llevadero, intrigante, divertido y hasta notable. Haller vuelve a recurrir a su maestro (amigo de su padre, también abogado) para descubrir aristas del juicio que jamás imaginó. Por otro lado, aunque Lorna tiene sospechas sobre quién realmente es Lisa Trammell, la verdad es que cualquiera con dos dedos de frente notará que, efectivamente, la cocinera puede no haber cometido el crimen del empresario constructor, pero de ninguna manera puede considerarse como una persona 100% transparente.
Otro detalle que ha marcado el transcurrir de una serie como esta es, precisamente, que nada es lo que parece. Haller ha defendido siempre a personas que resultan no culpables en el juicio para el que fue contratado, pero el alivio de un dictamen rápidamente se convierte en espanto cuando descubrimos ‘los muertos que (esos clientes) guardan en el clóset’.
Retomando las debilidades de la serie. Este tramo final de la segunda temporada encuentra algunos añadidos que pudieron ser mejor aprovechados. Si en la primera temporada supimos que Mickey era hijo de un prestigioso y avezado abogado neoyorquino, ahora aparecerá misteriosamente un colorido y monumental anillo que nuestro protagonista optará por llevar como recuerdo de su padre, y como amuleto, claro. En la misma línea, la aparición de la madre de Haller (interpretada nada menos que por la mega estrella mexicana Angélica María) nos deja cierta impresión de que se pudo hacer algo más.
Tenemos a una madre sobreprotectora/excesivamente cariñosa que encuentra en Mickey un rechazo constante. Aunque siempre los lazos sanguíneos terminan prevaleciendo, claro. A esto habría que sumarle la actuación de la joven actriz Krista Warner como Hayley Haller, la hija del abogado que –más allá de en algún momento aparecer junto a un presunto novio en el final de una clase equitación—no suma lo suficiente en lo dramático. Al menos hasta ahora.
Aunque con debilidades, “El abogado del Lincoln” es una serie que viene cumpliendo las expectativas. La frescura que irradia su protagonista, además de la verosimilitud de las historias que defiende en tribunales, a lo debemos sumarle la astucia y naturalidad del equipo de detectives, socias y asistentes (Cisco, Lorna e Izzy) que lo acompañan, garantizan, por lo menos, la intención de ir en búsqueda de los libros de Michael Connelly para descubrir cuánto hay de similitud entre las historias originales y su versión adaptada para Netflix.
EL ABOGADO DEL LINCOLN 2-2/ NETFLIX
Director: Varios
Elenco: Manuel García Rulfo, Angus Sampson, Lana Parilla, Becki Newton, Jazz Raycole, Angélica María
Sinopsis: El abogado Mickey Haller está fascinado de la cocinera Lisa Trammell, pero cuando ella será acusada del crimen de un empresario constructor, deberá usar sus mejores conocimientos para defenderla y demostrar su inocencia. Sin embargo, en esta serie nada es lo que parece.
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