Harta de que la vida a los 13 años sea como no lo esperaba, Jenna Rink (Christa B. Allen) desea más que nadie tener 30, así tal vez pueda parecerse a las bellas y elegantes chicas que salen en las revistas. Ese deseo llega a su nivel más alto en medio de una fiesta, encerrada en una especie de clóset ubicado en el sótano de la casa donde vive con sus papás. Así pues, frustrada porque ha sido engañada por las que cree son sus amigas, cierra los ojos, golpea el estante y de pronto una especie de polvo mágico cae encima suyo. Pasado el trance, y ya bajo la piel de Jennifer Garner, la protagonista de “Si tuviera 30″ descubre que todo cambió.
Dirigida por Gary Winick, esta película estrenada en 2004 partía de un hecho ficticio para mostrarnos una situación digamos, normal en la sociedad contemporánea: todos en algún momento de la infancia hemos querido ser mayores, y todos en algún momento de la adultez añoramos tener algunos años menos, ¡pero a nadie se nos cumple!
MIRA: Hasta 57% de dscto. en lo mejor del entretenimiento. Conoce todas las promociones aquí
Superado este momento mágico, “Si tuviera 30″ nos muestra a Jenna adulta, trabajando en “Poise”, una prestigiosa revista de modas junto a Lucy (Judy Greer), la ‘cabecilla’ de ese grupo de supuestas amigas que le arruinó su fiesta de 13. El tiempo parece haber borrado esa rencilla, pero también se llevó en el camino otras cosas, como la amistad de Matt (Mark Ruffalo, aunque en su versión menor, Sean Marquette). Estos dos personajes son claves para entender a la Jenna adulta, pero sobre todo para comprender el propósito de la cinta de Winick, un alegato sobre lo noble que puede ser la adolescencia comparada con la oscuridad que caracteriza la adultez.
Aunque el tema y las reflexiones que generan la película son claros y jamás pierden sustento, Winick, pero sobre todo Garner, la hacen sumamente llevadera porque condensan correctamente humor y drama a lo largo de una hora y media. Estas particularidades no se ven en “Familia revuelta” (“Family Switch”, por su nombre original en inglés), película navideña que acaba de estrenar Netflix y que para muchos es una especie de homenaje a “Si tuviera 30″.
Bajo la dirección de Joseph McGinty Nichol (McG), “Familia revuelta” parte de otro hecho ficticio para desarrollar la historia de una familia que, al borde de la total desconexión, se ve forzada a interactuar en vísperas de Navidad para salir de sus respectivos apuros. Entonces, a la mamá Jess Walker (Jennifer Garner), se le suma el padre Bill (Ed Helms), los tres hijos: CC (Emma Myers), Wyatt (Brady Noon), el bebé Miles (Lincoln y Theodore Skyes), además de un Bulldog Francés.
Con apenas unos minutos más que el promedio de cintas comerciales que lanza Netflix (106 min. de duración), el hecho que detona la ‘magia’ en “Familia revuelta” es menos creíble aún que el de “Si tuviera 30″. La familia Walker va a un observatorio para presenciar –a la hora exacta—cómo los planetas de alinean. En medio de una de sus tantas discusiones (siempre es padre vs. hijo y madre vs. hija), una especie de ‘brujita’ (Angélica/Rita Moreno) los encuentra, fuera (y dentro) del lugar mencionado, siendo testigo de cómo se pelean a solo segundos del ‘hecho inexplicable’.
Suponiendo que, tal como pasa en la cinta de Gary Winick estrenada 19 años atrás, toca concederle a la ficción esa prerrogativa de mantenernos sentados frente a la pantalla durante hora y pico, pese a que todo lo que vemos partió de algo falso, cuando el peso comienza a recaer enteramente en el elenco, y en el trabajo del director, todo en “Familia revuelta” comienza a salir mal.
Conscientes de que ahora la madre está en el cuerpo de su hija (y viceversa), el padre en el del hijo (y viceversa), y el bebé en el del perro Miles (¡y viceversa!), cada personaje debe arreglárselas para cumplir la tarea urgente que tenía prevista para ‘el día en que todo sucedió’. Desarrollar la película en cuatro pequeñas historias (la del bebé con el perro es absurda desde su concepción y bien pudo obviarse) es un experimento fallido porque en su intento por diversificar las posibilidades de humor, resta profundidad a las mismas, pero, sobre todo, impide prestarles la atención debida.
MIRA: Conciertos, obras de teatro, circos, cine y más con hasta 50% de dscto. Descubre tus promos
CC es un prospecto de futbolista que apenas patea el balón minuto y medio antes de intentar hacernos creer que la selección de fútbol de Estados Unidos la quiere en sus divisiones menores. Jess es una arquitecta que busca ser socia del estudio donde trabaja, pero en realidad lo poco que conoceremos de ella es que termina muy bien las canciones noventeras con su compañero de oficina. Luego, ya en el caso de Bill, el padre (tal vez del que más se llega a saber, pero de forma desordenada a lo largo de la trama), vemos a un maestro de música que parece insatisfecho de su vida. Finalmente, Wyatt, en sus poquísimos minutos de exposición antes de la ‘magia’, intenta perfilar un ‘adolescente genio’ con una víctima de bullying escolar, y finalmente con un admirador de una bella jovencita a la que no deja de ver diariamente mientras camina hacia su aula.
La velocidad con la que se desarrolla la exposición de estas sub historia se combina con apariciones que a todas luces resultan sin mayor sentido. La ‘brujita’ Angélica es pintada como una astróloga que maneja una vieja combi en la que lee cartas, pero a la vez se ofrece como taxista, consejera, etc. Fortune Feimster, brillante comediante que con su papel de Roo se llevó los aplausos en “Fubar” (Netflix) es absolutamente desperdiciada como una entrenadora de fútbol que no solo es incapaz de hacer reír, sino que parece no tener idea alguna sobre ese deporte. Finalmente, (Rolf) Matthias Schweighöfer, el niñero de la familia, se tarda casi toda la película para entender el cambio de roles entre bebé y perro, para lanzar su diagnóstico: “Creo que ambos pasan mucho tiempo al día juntos”.
Pero la rapidez con la que se desarrolla cada sub historia o el débil aporte de los personajes secundarios no son las únicas falencias de esta ligera comedia. Un año antes del estreno de “Si tuviera 30″ la entonces jovencísima Lindsay Lohan y la hoy ganadora del Oscar Jamie Lee Curtis dieron vida en “Freaky Friday” a Anna (hija) y Tess Coleman (madre), respectivamente. En la comedia de Mark Waters –tal como pasa en “Familia revuelta”—ambas protagonistas intercambian papeles. Pero hay una diferencia abismal entre ambos productos. Lindsay y Jamie Lee consiguen de principio a fin algo que el elenco de esta nueva película no: interpretar de forma convincente a un ser distinto inmerso en tu cuerpo. Así pues, aunque estás viendo a Wyatt en el cuerpo de Bill, el ‘switch’ (para decirlo usando el título original del filme) realmente no se concreta ni siquiera cambiando las opciones de lenguaje que te brinda Netflix: de doblaje a inglés con subtítulos.
En líneas generales, todos estos “cambios” propiciados por sucesos ficticios, desde el ocurrido en “Freaky Friday” hasta el de Jenn en “Si tuviera 30″, tienen siempre propósitos similares: construir empatía entre las personas involucradas. Madre e hija, una adulta con su yo adolescente, etc. Esto no es para nada la excepción en “Familia revuelta”. El mensaje de los padres comprendiendo los dilemas de sus hijos adolescentes o de los hijos descubriendo todo lo que sus papás sacrificaron para darles más de lo que ellos jamás tuvieron, tarda, pero finalmente llega en algún momento de la trama. Lamentablemente, en medio de las debilidades arriba expuestas, convierten a esta propuesta de Netflix en un olvidable homenaje a “Si tuviera 30″.
FAMILIA REVUELTA/NETFLIX
Sinopsis: Jess y Bill Walker hacen lo que pueden para mantener a la familia unida mientras sus hijos crecen, se hacen más independientes y se vuelven más distantes. De pronto, un encuentro casual con un astrólogo hace que, justo la mañana del día más importante de su vida, la familia despierte con los cuerpos intercambiados. ¿Se ayudarán entre ellos para conseguir un ascenso, una entrevista en la universidad, un contrato discográfico y una prueba de fútbol? Jennifer Garner, Ed Helms, Emma Myers y Brady Noon protagonizan esta comedia familiar dirigida por McG y basada en la novela ‘Bedtime For Mommy’, de Amy Krouse-Rosenthal.
Elenco: Jennifer Garner, Ed Helms, Brady Noon, Emma Myers
Director: Joseph McGinty Nichol
TE PUEDE INTERESAR
- “A quien solía conocer”: una comedia romántica que rompe el molde y sacude tu idea del amor | RESEÑA
- “Casando a mi ex”: una floja comedia romántica que podría contarse en un tuit | RESEÑA
- “Gunther, el perro millonario”: un pastor alemán que expone lo más extravagante de los humanos | RESEÑA
- “Una cita casi perfecta”: Kaley Cuoco avasalla a Pete Davidson en una confusa comedia romántica | RESEÑA
- “La plataforma” en Prime Video: una serie de ciencia ficción tan ambiciosa como confusa | RESEÑA