Como ocurre en Perú y en gran parte del mundo, a veces solo el fútbol es capaz de unir a todos frente a un televisor. Más precisamente, la selección de fútbol. Ocurrió en Colombia a mediados de los noventa cuando, bajo la batuta de un conocido nuestro, Francisco ‘Pacho’ Maturana, el sueño de dar el ‘batacazo’ en el Mundial de Estados Unidos 1994 parecía transformarse en algo posible.
La temprana eliminación (dos derrotas y apenas un triunfo después) llegaría como un baldazo de agua fría, pero eso apenas es hoy una estadística porque hubo un hecho vinculado a este equipo de virtuosos futbolistas que marcó la historia del balompié contemporáneo: el terrible asesinato del defensor Andrés Escobar, ocurrido la madrugada de un 2 de julio. Ni siquiera había terminado la cita copera y seis balazos acabaron con la vida del ‘Caballero del fútbol’, como se le conocía a ese proyecto de crack. Su error: haber anotado un autogol frente a la selección anfitriona.
Tuvieron que pasar 28 años para que la historia de este zaguero llegue a la pantalla. Pero, aunque su desenlace es a todas luces macabro, “Goles en contra” (estrenada hoy en Netflix) no es para nada una serie sobre violencia, mafias o narcotráfico. Así lo deja en claro su protagonista, el actor Juan Pablo Urrego, quien en esta entrevista exclusiva con Saltar Intro de El Comercio responde no solo sobre la responsabilidad de ponerse en la piel de Escobar, sino que además nos cuenta algunos pormenores sobre su vida, ligada al arte –por casualidades de la vida—desde muy chico.
MIRA: Quién es quién en “Goles en contra”
Empezaste actuando en las obras de colegio, casi huyendo de las clases con números, sin embargo, ¿en qué momento sentiste que este gustito podía convertirse en algo más serio, digamos, profesional?
Esto siempre me gustó mucho, pero nunca pensé que lo haría profesionalmente. Un profesor, cuando yo estaba a seis meses o un año de terminar la escuela, me dijo ‘usted tiene que ser actor’, pero yo no le presté mucha atención. Y sí, fue como dices, a mí no me gustaban las matemáticas, la física, ni nada de estas cosas, así que me metí a un grupo de teatro. Fue ahí donde empecé a mirar las cosas de una forma algo más profesional.
¿De chico eras de ver telenovelas, series o películas en casa y pensar ¡Me encantaría actuar como este tipo!?
Claro. Hace muchísimos años que Colombia se caracteriza por hacer muy buenas telenovelas, entonces, era ‘sagrado’ verlas por la noche mientras comía. Luego los canales aumentaron y la oferta creció. Así que veía una, dos o tres a la vez. Es más, esto de las mini-series que hoy está muy de moda, Colombia ya lo hacía tiempo atrás. Me crie viendo a los actores de la época, me enamoré de la actuación, y me paraba frente al espejo para imitarlos. Todo eso me llevó a querer mucho el oficio y la profesión de actor.
¿Crees que tu estilo de vida, tranquilo, no tan amante de la ‘rumba’, tiene que ver mucho con cuidar la imagen pública de actor, o es algo inherente a tu personalidad? ¿Si fueras un ingeniero o un abogado cualquiera, serías igual?
Es por mi personalidad. Aunque mucha gente no lo crea, soy introvertido, y me gusta también la soledad, no salir mucho a sitios públicos o discotecas. Pero es porque también ya lo hice, de joven salía mucho de fiesta, hacía locuras. Y hoy estoy en otro momento, disfruto de mi trabajo, de pasar vacaciones en familia, y también de hacer cosas solo.
Viviste un año en Cuba y seis en Argentina. ¿Qué aprendizaje rescatas de cada etapa en específico?
Después de salir del colegio seguí unos talleres de teatro en mi ciudad, Medellín. Quise estudiar profesionalmente y averigüé sobre una beca que estaban ofreciendo en Cuba, en el ISA (Instituto Superior de Arte). Viajé a seguir ese taller de materias prácticas: actuación, expresión corporal, canto, circo, voz, dicción, etc. El curso era de 10 meses, pero me quedé el año completo. Luego regresé a Colombia unos días y me fui para Argentina. Allí viví en casa de una tía. Por ese entonces, tal como ocurre hoy, admiraba muchísimo a los actores argentinos. Veía mucho su cine, sus historias, seguía a sus comediantes. Estudié artes escénicas allí y trabajé no solo en teatro y televisión, sino también como mesero y repartiendo pizzas a domicilio. Hice de todo. Fue una época increíble. De mis maestros en ambos países aprendí muchísimo sobre la rigurosidad, la disciplina que debes tener para esta profesión. No es solo ‘yo quiero ser actor y puedo hacerlo’, sino que esto lleva tiempo y hay que trabajar bastante para ir mejorando. Esto es un ejercicio para toda la vida.
¿Qué parte de la interpretación te parecía más complicada cuando empezaste en la actuación?
Todavía me parece más complicado tomar la decisión. Porque cuando llega un nuevo proyecto, a medida que vas leyendo el guion y conoces al personaje, tu cabeza empieza a mandarte gran cantidad de información de cómo hacerlo. Y debes elegir qué camino tomar, cómo harás el personaje, cómo hablará, cómo caminará, etc. Son muchas maneras de hacerlo. A veces puedes acertar y el resultado le encanta a la gente, pero en otras ocasiones tal vez no.
Cuando se estrenó “El patrón del mal” en 2012 surgió el debate en torno a si Colombia estaba preparada para debatir en casa y en primetime producciones audiovisuales sobre delicados hechos de violencia. Tiempo después tú protagonizaste “Alias JJ”, sobre el sicario Popeye. Hoy dónde crees que radica la diferencia con una propuesta como “Goles en contra”.
La diferencia es que esta no es una serie sobre narcotráfico. Es una serie sobre la vida de Andrés Escobar, un futbolista y un hombre bueno. Aquí vamos a contar la historia de alguien que hizo las cosas muy bien. En las otras producciones que mencionas hemos narrado la historia de personas muy malas, que le han hecho mucho daño al país, pero aquí ocurre todo lo contrario. Estamos ante la historia del fútbol colombiano en los noventa, mostraremos cómo Andrés empezó su carrera, las lesiones que tuvo, los equipos por los que pasó, los mundiales que jugó, y cómo llegó a Estados Unidos 1994, donde él hace el autogol y termina ocurriendo lo que ya todos sabemos. Obviamente hay que entender que en ese momento Colombia pasaba por un momento muy difícil. Había mucha convulsión y el fútbol no fue indiferente a la mafia, a las apuestas, al narco y a la violencia. Eso también se contará, claro, pero no es el centro de la serie.
Más allá de su faceta pública como futbolista, ¿qué pudiste averiguar sobre la vida personal de Andrés Escobar durante la investigación que realizaste de su personaje? ¿Algo te sorprendió?
Con ayuda de la producción y del director hallé algunas cosas interesantes. Me ayudó mucho ver videos de amigos de Andrés hablando sobre él. A Escobar le decían el ‘Caballero del fútbol’, era un tipo muy elegante a la hora de jugar, muy serio, tenía jerarquía y era fuerte. Y en las entrevistas era educado, se expresaba muy bien. Todo esto lo llevó a tener dicho apodo. Pero ya al investigar sobre su vida privada descubrí que Andrés era un bromista natural, alguien que disfrutaba hacer reír a sus compañeros. Eso me sorprendió muchísimo y me llevó a quererlo mucho más. No era un tipo tan frío como aparentaba en las entrevistas.
Hablar de “El olvido que seremos”, “Alias JJ” y ahora “Goles en contra” es hablar de cosas muy distintas. ¿Te preparas de forma distinta según el género del producto final o existe una especie de ‘manual’ que hace las cosas más fáciles?
Ni manual, ni técnica y menos fórmulas. Por eso te decía hace un rato que esa es la parte difícil: existen herramientas y formas para crear un personaje y enfrentar una historia, pero no existe ‘el método’. En lo personal, espero a que llegue el nuevo personaje, lo estudio, soy muy ‘nerd’ en ese sentido, busco meterme en la historia a fondo. Si es un personaje real, sueño con esa persona. Estoy en casa viendo, leyendo y repitiendo todo sobre él. Y si es de la ficción, pues busco modelos que tal vez vi en mi vida, no sé, personas con las que me he encontrado y he conocido, trato de armar un rompecabezas. Es un poco de prueba y error en los ensayos. El trabajo con los directores y actores es clave, porque esto es una construcción en conjunto. Ensayar, llegar al set, y también equivocarse, que me parece lo más importante.
“El olvido que seremos” fue hecha para cine, pero gracias a Netflix se vio en millones de hogares en todo el mundo. ¿Cómo ves la oportunidad que da el streaming para que muchos actores jóvenes como tú muestren su trabajo en distintas latitudes?
El streaming y las diversas plataformas nos dan la oportunidad de contar una historia, sea película o serie, y que el mismo día pueda ser vista en distintos países, por gente que incluso que no habla español. Y eso es muy bueno, porque puedes contar una historia como la de “El olvido que seremos” y la gente te escribe luego para decirte que se conmovió, que también en su país ocurrieron cosas parecidas. Eso es algo muy lindo que te permite el streaming. Antes era un poco más complicado porque era muy difícil que las historias atraviesen fronteras. Fueron muy pocas, quizás a finales de los noventa, como ocurrió con “Café con aroma de mujer” o “Betty la fea”. Particularmente con “El olvido que seremos” tuvimos la mala suerte de que la hicimos en 2019 para ser lanzada en 2020, pero vino la pandemia. Así que la guardaron y la estrenaron recién en setiembre, octubre. La vio mucha gente, pero algunos estaban muy temerosos de volver al cine. Luego ya en Netflix sí la pudo ver muchísima gente más.
Se nota que actuar te hace feliz. Tienes apenas 36 años, pero, ¿te gustaría seguir en esto hasta el final de tus días?
Claro que sí, me encantaría. Me hace feliz actuar. Y lo que más me gusta de mi profesión es que es una carrera de toda la vida. Cuando sea mayor y tenga más edad, espero hacerlo mucho mejor, así que seguramente lo disfrutaré mucho más. Tendré más peso y experiencia, que es lo que admiro de los actores mayores, que son capaces de pararse en el set y hacer sentir su presencia.
GOLES EN CONTRA/ NETFLIX
Director: Carlos Moreno
Elenco: Juan Pablo Urrego, John Alex Castillo, Patricia Tamayo, Fernando Bocanegra
Sinopsis: Esta serie explora el impacto del complicado contexto social en Colombia durante los ochenta y noventa en el fútbol y su rol en el asesinato del jugador Andrés Escobar.
Duración: 6 episodios
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