Tuvo un breve paso por las salas de cine mexicanas antes de que el mundo cambiara por completo con la cuarentena por el COVID-19. Pero la imposibilidad de seguir en cartelera, no le cortó las alas a esta película. “Sin hijos” se estrenó en Netflix para toda América Latina y rápidamente se convirtió en una de las películas más vistas en la plataforma en el mundo hispano.
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Alfonso Dosal, su protagonista, y un rostro conocido de las ficciones mexicanas, conversó con Saltar Intro, sobre cómo fue el trabajo detrás de esta película y las puertas que abre a todo tipo de discusiones con su trama.
-“Sin hijos” fue una de tus últimas grabaciones antes de que el mundo entrara en confinamiento, ¿qué recuerdos tienes de ese rodaje?
Fue la última película que hice antes del confinamiento. No fue el último proyecto porque arranqué la tercera temporada de “Narcos” después y allí nos cortaron, esa sí se me quedó a la mitad. Ahora que recuerdo el rodaje de “Sin hijos” me parece increíble porque hubo tantos besos, abrazos y esas muestras de amor que teníamos antes. Roberto Fiesco, el director, nos insistió en que tuviéramos un rodaje feliz. Nos dijo que ellos habían estudiado mucho, que habían hecho su tarea para que todo salga bien y que confiaban en nosotros. Entonces fue eso, fue un rodaje relajado, lo recuerdo como un rodaje muy feliz, amoroso y generoso.
- Se nota que crearon un buen ambiente en el set, incluso leí que llevaste a tus hijos para grabar una escena de la película, la escena en la que Marina va a una fiesta infantil.
Sí, terminé metiendo a mi familia precisamente por ese ambiente de familia. Esta película la hace Corazón Films, que es una de las grandes aquí en México, con Mil Nubes, que es una productora que hace otro tipo de proyectos, muchos cortos, películas que se van a ‘festivalear’, documentales. De pronto, Corazón llama a Mil Nubes para hacer una serie que tienen en Prime que se llama “El juego de las llaves” y allí hacen un buen clic, los llaman a hacer esta película y yo de pronto entro a trabajar con este equipo que hace otro tipo de cine y que lo hacen siempre con el mismo equipo, el mismo sonidista, el mismo continuista, el mismo operador de ‘dolly’. Entonces, yo me meto a una familia a contar una historia familiar y fue tanto así que no solamente están mis hijos en la película, sino también mis instrumentos musicales y decoraciones (risas). Solana, mi pareja, me preguntaba: “¿Y el reloj?”. Y yo ya me lo había llevado al set. “Vuelve en unas semanas”, le decía. Los juguetes de los niños también se fueron para allá. Por eso te digo que fue un rodaje muy generoso, y fue muy bonito porque no siempre son así los rodajes.
- ¿Cómo llega a ti este papel? ¿Sabías algo de la película argentina?
A mí me gusta mucho el cine argentino y de esta película había escuchado hablar, pero no la había visto hasta que me llegó el proyecto. Roberto Fiesco me llamó y me dijo que desde hace mucho quería trabajar conmigo, que iba a hacer su primer largometraje y que me quería en él. Luego me contó que era un ferviente espectador de comedias románticas y que por eso iba a dirigir una, que era la película para la que me quería. Alguna vez en el programa de radio que él tenía en la Universidad Autónoma me cuestionó fuera de la cabina por el tipo de cine que yo hacía. Entonces, cuando me llamó, yo le dije: “¿En serio?, ¿tú me estás llamando para hacer una comedia romántica?” (Risas). A mí me interesaba mucho el resultado que podíamos lograr con todas estas mentes detrás. En México nuestra moral es bastante ‘fresa’. Entonces las dos versiones son diferentes. En la versión argentina, (la pareja protagónica) se conoce tramitando el DNI, ella está toda sudada, despeinada y embarazada en unas oficinas horribles. En la nuestra, es otra cosa. A mí me dio mucho gusto ver el resultado final de la película, es un resultado atípico en comedias románticas. La iluminación, el ritmo, los personajes, la situación todo es atípico, también lo es que, siendo tan atípica, gustara tanto.
-La película no estaba pensada para estrenarse en Netflix, pero el confinamiento aceleró ese paso. ¿Cómo ha sido para ti la llegada de la película en esta plataforma que permite que la historia llegue a muchas partes en el mundo?
Es muy loco cómo esto que iba a suceder inevitablemente con el tiempo, debido a la pandemia se adelantó. El recorrido de las películas ya era ese: un tiempo en pantallas y luego a las plataformas de streaming. Los mismos productores ya lo organizaban así. Pero para mí el cine es un acto de fe y de comunión. Uno paga su boleto para ver, junto a otras personas, qué va a pasar. Uno va al cine confiado en que algo le va a suceder en la sala: que lo van a entretener, a sorprender, a cuestionar, lo que sea, y eso ahorita lo perdimos. No es lo mismo ver una película en la sala de tu casa con tres personas a las que probablemente que conoces que estar allí entregado a una historia con desconocidos. Cuando estreno una película, yo tengo la costumbre de comprar un boleto y meterme a una sala de manera aleatoria. Yo soy un juez muy duro de mi trabajo y del trabajo que hago con mis compañerxs en el cine. Y verla en el público que compro su boleto es otro rollo, la ves desde otro lugar, es super hermoso y a veces es hasta duro ver tus películas en una sala. Eso no lo tenemos ahorita y me da mucha tristeza. Por un lado me da mucha alegría que la película se haya mantenido en tercer lugar en Macedonia y en otros países de Europa del Este, o que haya estado segunda en popularidad en Netflix de Uruguay, octava en Argentina, en el Top 10 del Perú... todo eso me da mucho gusto, pero lamento que no tengamos la experiencia de la sala.
-¿Sientes que plataformas con Netflix permiten que el cine latinoamericano se reivindique porque es muy común en nuestros países que las distribuidoras les den poco tiempo de exhibición a las películas nacionales?
Es tan complejo. Los distribuidores son los que tienen los tratos con las grandes distribuidoras. Si tú quieres tener una película grande en tu sala tipo “Avatar”, que evidentemente te va a traer el mayor porcentaje de publico, pues tienes que cargar con todas las otras películas. Eso no lo decide el distribuidor, sino Hollywood. Esa industria te dice: “Quieres mi gran película de estudio, pues acá te van estas otras siete”. Así es como a ellos les funciona. En distribución y exhibición se ve afectado todo el cine. Se producen al rededor de 200 o 180 películas en México. Hay cine muy experimental, que se va a festivales, un tipo de cine al que no se le da ventana. Así esta la situación con la distribución y exhibición, porque hay una agenda marcada. Creo que es super complejo el tema. Debe haber apoyo, subvención para que se siga produciendo y, definitivamente, debe haber espacios para exhibición de cine nacional. En México casi todo el cine comercial es de comedia y las otras películas (mexicanas que se hacen) que no son comedias, pues no son éxitos en taquilla y la gente no va a verla. Los productores pueden decir: ok, hago esta peli por amor y la mando a festivales, pero la realidad es que el publico también marca su pauta.
- Se suele tratar como un género menor al de la comedia romántica, aunque es un género muy popular y hay películas muy buenas. ¿Por qué crees que hay ese rechazo por lo popular, por lo que le gusta a las mayorías?
Yo como actor intento hacer de todo, pero, obviamente, en el cine me han jalado más a hacer comedias. Hace poco, hice una serie con Fox llamada “Aquí en la tierra”, que era un genero totalmente distinto, era una tragedia casi shakesperiana, pero no le fue tan bien. Podríamos decir que estuvo en un mal momento, con el boom del streaming de todas las plataformas, que Fox es un canal premium por el que hay que pagar, que era complicado, pero aún así yo sabía que le iba a ir mejor a mi otro estreno que salió en Netflix al mismo tiempo, que era una comedia. Yo no tengo ningún prejuicio como espectador. Puedo clavarme una película de Jim Jarmusch, de Won Kar Wai o verme “Sin hijos”. Creo que el streaming y la situación actual nos está bajando un poco el juez y por eso una película como “Ya no estoy aquí” se va al streaming y tiene un impacto mundial que no hubiera tenido si se iba solo a salas. Tenemos que abrirnos la cabeza y el corazón para poder exigir de todo. Creo que los prejuicios no nos ayudan, pero marcan el mercado. en México se hacen tantas comedias. Cuando íbamos a estrenar “Hazlo como hombre” nos dijeron que saldríamos en México con mil copias, que ya era un número alto. Pero el día del estreno nos avisaron que íbamos con 2 mil porque así se mueve el mercado. Esa película la vieron 6 millones de personas. A los productores también los tienen contra la pared. El exhibidor se queda con tanto, el distribuidor con tanto, ¿y el productor? Uno puede hacer una película por prestigio, pero a veces uno también quiero un poco de lana.
-Esta película llega en un momento muy importante en el que cada vez se discute más el hecho de que hay nuevos modelos familiares, algunos de ellos se muestran en esta película, como el de la familia de padres separados, por ejemplo. También a través de tu personaje se aborda el tema de una nueva masculinidad y la inversión de roles en casa, qué son temas muy importantes para discutir...
También haba de la normalización del machismo. Por ejemplo, mi personaje, para poder tener un encuentro sexual, miente. ¿Qué es más machista que eso? Me ha pasado que me entrevistan y me dicen que el personaje de Marina (Regina Blandón) es una pesada, porque, dependiendo de qué capa del guion abordes, te da para discutir muchos temas. Dependiendo de con qué ojos la veas puedes, pensar que es una película misógina o no. A mí me parece interesante que la gente esté discutiendo. A pesar de que es una comedia ligera, trasciende la sala... bueno, ahora trasciende la sala de la casa. La postura del personaje de Marina, por ejemplo: una mujer que no quiere tener hijos. ¿Qué dice la gente al respecto? La moral reina en nuestras sociedades y es interesante ver la postura de un personaje como ese que dice que no quiere ser mamá y que por qué se lo cuestionan a ella y no a mi personaje. Esa postura está muy interesante en una película mexicana. Creo que es importante hablar de estos tema.
-En tu caso, ¿cómo ha cambiado tu idea de familia y masculinidad con los años?
Mucho. Desde la primera vez que yo me dije que quería tener una familia hasta ahora que la tengo y hasta este momento en el que hablamos como hablamos de violencia, mi visión cambia cada día. Estoy ensayando una película que toca temas de género y es durísimo. Me preguntaban en otra entrevista en qué tipos de abuso podía reflejarme como hombre y yo decía que la catarsis ahorita no se trata de nosotros. Creo que ahorita el foco está en las mujeres, más que en ver dónde hemos sido víctimas, es momento de ver en dónde hemos sido victimarios. Me toca, como hombre, observar en dónde estoy ejerciendo violencia de género. A veces nos cuesta reconocerlo, porque uno piensa que no es abusivo porque no ha violado a nadie. pero ahora con todo lo que se ha abierto el tema, hay que preguntarse: ¿qué es una violación?, ¿qué es ser abusivo? Es mucho más complejo y todos somos parte de eso y lo alimentamos día a día. Yo tengo una familia y quería formarla libre de violencia, pero ha habido mucha violencia también. Creo que me ha ayudado toda la apertura del tema a reconocer mis errores y a reconocer cuando estoy ejerciendo violencia. Ojalá el tiempo y la inteligencia emocional nos ayudaran a no ser violentos, pero en mi caso no me ha dado para llegar hasta allá todavía, pero sí para darme cuenta de cuándo estoy siendo un macho, cuando estoy siendo violento o me estoy imponiendo. Yo pensé que tenía una familia mucho más abierta, pero me doy cuenta que no, pero lo que nos permite ser abiertos a Solana, a Galo, a Yamila y a mí es la capacidad de reconocer. Cuando regaño, hay una diferencia entre ser firme y ser violento. Mis padres no reconocieron cuando fueron violentos y yo pensé que no iba a serlo pero ahora que lo soy intento reconocer cuando lo soy.
-Y toda esta discusión la puede generar una comedia romántica.
Me gusta esto que tienen las películas. Sacamos un tema muy profundo de algo que es muy ligero. Puedes tener un prejuicio gigante y decir “pinche comedia romántica” o decir a ver qué tal esta película y tener una platica como la que estamos teniendo tú y yo. Me parece importante que las reflexiones nos lleven allí.
MÁS INFORMACIÓN:
Sinopsis: Por fin encuentra al amor de su vida, pero a ella no le gustan los niños. Así que su hija de nueve años se hace pasar por su hermana. ¡El plan perfecto! ¿O no?
Plataforma: Netflix.
Director: Roberto Fiesco.
Elenco: Alfonso Dosal, Regina Blandón, Francesca Mercadente.
Año: 2021.
Clasificación: 13+