Aitana Ocaña es una de las artistas más populares del panorama musical español y, desde el 2022, se ha propuesto serlo también en lo actoral. Su primer papel fue en la serie de Disney+ “La última” en la que compartió créditos con Miguel Bernardeau, su expareja sentimental en la vida real, y dos años después de ello apuesta por el formato de largometraje con “Pared con pared”, una comedia romántica ya disponible en Netflix.
Como ocurrió con su primer trabajo actoral, Aitana apuesta por un rol seguro y con base en un terreno que conoce muy bien: lo musical. Y como ocurrió también en su debut, el solo hecho de tener su nombre en el cartel ha sido suficiente para que la película se posicione como una de las más vistas en streaming. Pero, ¿vale la pena ver esta historia? Aquí lo analizamos.
MIRA: Hasta 30% de dscto. en lo mejor del entretenimiento. Conoce todas las promociones aquí
Valentina (Aitana Ocaña) es una aspirante a músico que se encuentra en un momento decisivo: acaba de mudarse sola por primera vez tras terminar con Óscar (Miguel Ángel Muñoz), su novio, un director de orquesta muy famoso y quien la animó a dejar el canto para dedicarse al piano, y su mayor objetivo es pasar una audición en un conservatorio de gran prestigio. Pero tendrá un gran problema para lograrlo: David, su nuevo vecino (Fernando Guallar), es un ermitaño que no sale de su casa hace tres años y que no soporta ningún tipo de ruido pues necesita concentrarse para su trabajo: crear un juego cuya licencia le permita vivir sin preocuparse por el dinero. Él hará todo lo posible para espantarla y hacer que desaloje el cuarto de al lado, pero en el intento de sabotearse mutuamente irán creando una conexión.
La trama de “Pared con pared”, como su nombre permite presagiar, se desarrolla casi enteramente en un escenario: el muro que conecta el departamento de Valentina con el de David. Para explicar esta situación tan importante en el desarrollo de la historia, el guion solo ofrece varios vacíos que se resuelven simplemente por la magia del cine y la buena voluntad del espectador. El principal vacío está en el punto que conecta las casas de ambos. Y es que la reacción lógica cuando se presentan desavenencias entre vecinos, es que uno termine en la puerta del otro, pero aquí el careo no se da y el parche a esa situación lo pone una línea en el libreto del personaje de Fernando Guallar: “No estamos en el mismo edificio. De hecho, ni siquiera estamos en el mismo distrito; que los apartamentos estén pegados es una anomalía estructural”. Y esa “anomalía estructural” es la que hace que estos vecinos no se puedan ver las caras y jamás coincidan en un pasadizo. Aunque poco convincente, toca creerse esta parte del guion, porque sino la película se acabaría en la primera escena de la dupla protagónica.
Pese a esta base floja, la pareja que forman Valentina y David funciona bien. Guallar es convincente en el rol del tipo hostil y retraído y Aitana, aunque imprime mucho de su propia personalidad al personaje, además de ser la chica dulce, amable y musical que estamos acostumbrados a ver en la vida real, también funciona cuando tiene que ser la pesadilla del vecino que ha decidido hacerle la vida imposible para que se mude a otro piso. Esta parte de la evolución de la pareja resulta muy cómica, pero no se desarrolla tanto esta etapa que funciona muy bien y se acelera el romance.
El elenco de “Pared con pared” es pequeño. Además de la pareja protagónica, la película presenta algunos personajes antagónicos que sirven para darle aire a esta historia que de lo contrario sería algo claustrofóbica. Quienes permiten que los protagonistas salgan de sus escenarios en cierto punto son los mejores amigos -Carmen, interpretada por Natalia Rodríguez, y Nacho, interpretado por Adam Jezierski- y el dueño del café donde Valentina consigue un trabajo (Paco Tous). Las mejores escenas de la cinta se dan gracias a este entorno. Por ejemplo, cuando los mejores amigos se suman a una cena romántica improvisada frente a la pared que une a los protagonistas o cuando Valentina cree haberse encontrado con David en el café donde trabaja y descuida sus labores para intentar identificarlo.
ESCUCHA EL NUEVO PODCAST DE “SALTAR INTRO”
La trama usa el recurso de la pared que impide que los amantes se vean como una metáfora de los tiempos actuales en los que las personas se conocen a través de apps y establecen con conexión con completos desconocidos, que no saben en realidad quiénes son, ni donde están y la idea de cómo se ven podría estar basada en fotos falsas y filtros. En este caso, la figura es la de dos personas que un momento deciden que quieren ser amigos a través de una pared y no verse. Esta figura podría permitir muchos más momentos de comedia y romance, que es lo que promete la película en sus banners en Netflix, pero se limita a momentos como una escena en la que David le enseña a cocinar una lasagna a Valentina sin que el uno pueda ver el resultado del otro.
La película es bastante estereotipada con el genero de la comedia romántica. Desde sus decorados hasta la música, pasando por el vestuario y los escenarios.
La primera escena que vemos, por ejemplo, es de la mudanza del personaje de Valentina a un nuevo barrio y en este caso se apuesta por las calles tradicionales de La Latina, en Madrid. Un recurso común en las películas en español de Netflix es distraernos con los espacios, casi como una promoción turística, y aquí se ofrecen varios paisajes de la capital española que cumplen con ese fin. Aunque en otras ocasiones lo estereotípico resulta distractor en un mal sentido, como el exceso de música de fondo al que se acude en varias escenas ya sea para intensificar desde lo humorístico hasta lo romántico y que se solo hacen que las actuaciones y la película en sí parezcan infantiles.
La evolución de la trama también es bastante estereotipada y predecible, e incluye un momento musical de Aitana, como para que la promoción del filme también dé pie a una canción para difundir a la par. Todo tal cual como suelen ser las estrategias de estas película que no buscan romper ningún molde y que sirven para pasar un rato. Y siendo así, esta película logra su cometido: desconectarnos por unos minutos de la realidad para luego pasar al siguiente título en streaming.
TE PUEDE INTERESAR
- “Bridgerton”: lo que sabemos del estreno de la temporada 3 en Netflix
- “Queen Charlotte: una historia de Bridgerton”: 5 escenas que se volverán icónicas
- Sebastián Yatra confirmó el fin de su relación con Aitana: “Los dos estamos solteros”
- Aitana presenta su nuevo álbum “Alpha” a dos meses de su primer concierto en Perú
- Cómo murió Aitana en las instalaciones del IMSS: Esto informaron medios oficiales
Contenido Sugerido
Contenido GEC