¿Sabes cómo vender drogas online de forma rápida? Aquí te lo contamos. ¡Por su puesto que no! Seguramente ni los mismos creadores de “How To Sell Drugs Online (Fast)” (HTSDOF) lo saben. Se inspiraron en la historia de un adolescente alemán que encontró la forma de ganar dinero vendiendo pastillas ilegales por una web incógnita a la que pocos tienen acceso llamada “la darknet”. Así, la vida de un joven con la astucia de Pablo Escobar y la visión de negocio de Marck Zuckerberg sirvió de punto de partida para traernos una de las mejores series que verás en Netflix. Sí o sí, y quien diga que no, está en nada.
MIRA: De “El patrón del mal” a “El Chema”: ¿por qué es tan fácil engancharse a las narcoseries?
Usualmente en Saltar Intro hablamos de ‘lo bueno’ y ‘lo malo’ de las series en streaming, pero esta vez la cosa cambia, porque “How to sell drugs online (Fast)” es tan atractiva como su nombre. ¿O vas a decir que a ti no te intrigó el título en cuanto lo leíste? Pero no, no es un tutorial de Youtube animado que te educa en el ‘arte’ de vender ketaminas por internet y pagarlas con bitcoins, aunque de cuando en cuando lo parece.
Te lo cuento rápido. HTSDOF, que acaba de estrenar su tercera temporada en julio y ya marcó tendencia en la plataforma, cuenta el ascenso en el negocio online de las drogas de un joven que vive en la ciudad de Leipzig (Alemania), llamado Moritz Zimmermann, interpretado por el actor alemán Maximilian Mundt. Y agregó un dato escalofriante: tiene el mismo nombre que el verdadero capo de la Generación Z que inspiró la ficción, Maximilian Schmidt. Lo condenaron a siete años de cárcel y en medio de su arresto domiciliario pudo conocer al protagonista de la serie.
El ‘Breaking Bad de la Generación Z’, como han llamado a “How To Sell Drugs Online (Fast)”, tiene una narración poco usual para series juveniles, pero que debería ser cotidiana. Utiliza el recurso del stop motion para crear un ritmo veloz al explicar viajes largos y suprimir los flashbacks. ¡Es la serie que hemos estado esperando por tanto! La edición no aburre ni un minuto y cada temporada de seis episodios pasa como una buena cerveza por la garganta, salvando las distancias.
Y para seguir con su divertida dinámica, en el primer episodio, los creadores Philipp Käßbohrer y Mattias Murmann tuvieron la excelente idea de poder “omitir” con un clic explicaciones que a veces pueden ser el momento del programa en que aprovechas para ver si no te ha llegado alguna notificación al celular. Todos lo hacemos.
De hecho, algunos han criticado explicaciones tediosas, como de pronto las podemos encontrar en la relación de personajes de reparto, por ejemplo, Fritzi y Gerda, las amigas de Lisa (novia de Moritz en la serie), o la hermana del joven narco, Marie, aunque lo tedioso francamente eso es algo casi imposible en esta historia, porque los hilos de las tramas están tejidos con una aguja muy fina que no deja huecos: todo está justificado. Desde los amores tóxicos hasta la ruta del tráfico de éxtasis y ‘ketas’ online, todo está conjugado para enseñarnos cómo funciona el peligroso y libertino mundo cibernético.
Los momentos de ‘cobrar sentido’, llamémoslo así, son exquisitos. Sumado al humor un tanto amargo, un tanto alemán, los momentos trágicos donde alguno de los adolescentes tiene una gran idea o cambian de opinión de la nada, jamás serán como en una telenovela mexicana. Claro está. El silencio de Moritz y Lenny, los mejores amigos y dueños del negocio de drogas online, son típicos de un estilo europeo, donde el cuidado por la atmósfera me hace confiar en que se le acaba de ocurrir algo al personaje de la manera más genuina. Eso se replica a lo largo del final de la tercera temporada.
Pero voy a confesarlo. Hay una drástica y curiosa mirada sobre las drogas. Hasta luce atractiva, a pesar de los usuales finales tragicómicos de los capos de la drogas que vemos en historias de este subgénero de la ficción. En una entrevista a Anna Lena Klenke (Lisa), ella menciona su intención de hablar más sobre el tema, del uso de drogas responsable y seguro. Un debate interminable, podríamos decir, pero valgan verdades, HTSDOF nos introduce en el panorama más realista. El uso de interacciones por escrito en tiempo real nos adentra en nuestro propio mundo, donde prima la comunicación por whatsapp y una llamada por teléfono es algo vintage, y donde una sustancia ilegal está al alcance por delivery.
El veredicto es el mismo: todas las estrellas. “How To Sell Drugs Online (Fast)” es una irónica historia de tres amigos que, por amor y amistad, caen en un mundo tan adictivo como la serie, que a la larga te deja pensando en cuánto hablamos y hacemos en la vida real sobre nuestras decisiones y sueños, pero también el ritmo acelerado en el que vivimos y combatimos para alcanzarlos.
EL DATO
El final de la tercera temporada es una carta abierta para la segunda. Hemos intentado no abarcar el artículo con spoilers, así que no nos queda nada más que desearte que la disfrutes.
La vida del verdadero joven alemán que fue inspiración para HTSDOF, Maximiliam S., también está en Netflix como un documental llamado “Shiny Flakes: el cibernarco adolescente”. Empieza por el nombre del sitio web que creó en un inicio, y sería el homónimo de “MyDrugs” en la ficción.
LA FICHA
Sinopsis: Para recuperar a su exnovia, un joven alemán empieza a vender éxtasis por una red oculta y se convierte en uno de los traficantes más buscados de Europa.
Número de temporadas: 3
Duración promedio por capítulo: 35 min
Género: crimen, comedia, drama.
Elenco: Maxiliam Mundt, Danilo Kamperidis, Lena Klenke.
Clasificación: +16
Año: 2021
Series similares: Shiny flakes, Narcos, Biohackers.
Calificación del autor (5/5): ★★★★★
VIDEO SUGERIDO
TE PUEDE INTERESAR
- “Elize Matsunaga”: ¿ver o no ver el documental sobre el asesinato que conmocionó Brasil en 2012?
- Netflix: ¿cuánto costará jugar los videojuegos del streaming?
- “Young Royals”: ¿ver o no ver la serie sueca que ha ganado popularidad en Netflix?
- “Élite 4″: Pol Granch y las polémicas que persiguen a ‘Phillipe’ en la vida real
- ¿Mejores que “Élite”?: las 25 mejores series juveniles en español de todos los tiempos