“Samaritan”: ¿cómo le va a Sylvester Stallone interpretando a un superhéroe a los 76 años? | RESEÑA

Tal vez por evitar que lo vinculen solo a los puños y la fuerza, Sylvester Stallone ha dicho en más de una ocasión que, por ejemplo, su recordada saga “Rocky” reúne cinco películas de “acción con corazón”. Dicha expresión, no obstante, puede tener cierto asidero pues el introvertido boxeador de origen italiano que la protagoniza es no solo una máquina de producir golpes, sino fundamentalmente alguien de buenos sentimientos.

Sobre los personajes que interpretó en sus otras famosas películas, cada espectador juzgará. Con resultados distintos en crítica y taquilla, “Rambo”, “Los indestructibles”, “Cobra” o “El especialista”, nos permiten ver el proceso de madurez de un actor poco acostumbrado a romper el molde, pero consciente de que en pantalla debía siempre entregar lo mejor de sí. Aunque un lunar en todo esto bien podría ser “Para o mamá dispara”, comedia estrenada en 1992 que podría resultar imposible de clasificar.

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Ahora, ¿hasta qué punto los fans de Stallone son capaces de pedirle algo nuevo y mejor que lo anterior con 76 años encima? Empresa difícil, el actor nacido en Nueva York no le corre a los retos y acaba de protagonizar “Samaritan” (“Némesis”), la nueva película de acción de Prime Video.

Con un guion escrito por Bragi F. Schut y dirigida por Julius Avery, estamos ante una cinta de acción que tiene como personaje principal a Joe (Stallone), un recolector de basura con aspecto acabado y sin muchas habilidades comunicativas. Él vive en Ciudad Granito, una localidad al sur de Estados Unidos en la que todos parecen embrujados por la historia de Samaritan y Némesis, dos hermanos con súper poderes que 25 años atrás se enfrentaron hasta la muerte (representando al bien y el mal, respectivamente) en una central eléctrica.

Ciudad Granito (no se resista de hacer la comparación con Ciudad Gótica) vive al borde del caos. Con aspecto oscuro y castigada por lloviznas que a ratos se convierten en terribles chubascos, es habitada en su mayoría por familias de condición humilde. Una de estas bien podría ser la que integra Sam Cleary (Javon Walton), un adolescente que a sus 13 años tampoco se ha resistido al encanto de la historia detrás de Samaritan y Némesis.

Este menor capaz de sumarse a un estúpido asalto a un minimarket a cambio de una propina, es hijo de una obrera (Tiffany Cleary/ Dascha Polanco) cuya mayor preocupación parece ser llegar a conseguir el dinero necesario para pagar la renta del mes. Sam no solo cree en la historia de los hermanos ya descritos líneas arriba, sino que además tiende a pensar que cada nuevo hombre fuerte que conoce puede ser Samaritan.

Pero como no siempre el bueno es quien se lleva todas las adhesiones en una historia, Ciudad Granito también alberga muchos adeptos a Némesis. Entre esta gente que añora el regreso del poderoso villano y su mortal martillo de metal se encuentra Cyrus (Pilou Asbæk), el líder de una especie de banda delictiva que busca causar destrozos a por doquier.

Tras presentarnos a los personajes principales y sus respectivos intereses, la cinta de Julius Avery intenta relacionarlos, no siempre con acierto, eso sí. Sam vive en el edificio de enfrente de Joe. Al final de una pelea callejera es Cyrus quien termina empatizando con la valentía del adolescente. Así pues, tenemos a un joven en edad escolar en la intersección de los protagonistas de la cinta.

Así como Ciudad Granito se nos asemeja por momentos a Ciudad Gótica, Cyrus levantado sobre un automóvil y gritando vivas por la anarquía (y la gente secundándolo, cansados de la inoperancia o poca efectividad de las autoridades que los gobiernan) es muy “Joker”. Pero eso no es todo. La cinta de Prime Video también tiene a Stallone enseñando a tirar golpes mientras reflexiona sobre lo inútil de las peleas callejeras (muy Rocky, por supuesto), por lo que cualquier nostálgico podría pasarla bien recordando los 90 durante 101 minutos.

A manera de conclusión, esta cinta de acción y superhéroes urbanos mantiene un nivel parejo. Todos sabemos que al final habrá un enfrentamiento entre Cyrus y Samaritan, pero un giro inesperado del argumento podría dejarnos tan sorprendidos como el propio Sam al enterarse de quién es realmente la persona que creyó su nuevo amigo.

En cuanto a actuaciones, Pilou Asbæk resalta por encima de todos interpretando a un villano con pequeños visos de nobleza. El conjunto de pandilleros alrededor suyo y también cercanos a Sam son lo mínimo que se le puede pedir a una ciudad retratada como violenta y sin mayores aspiraciones. Finalmente, más allá de resultar ciertamente forzado ver a Stallone saltando detrás de un automóvil a la velocidad de un jovencito, “Samaritan” en su conjunto no es un desperdicio de tiempo.