A veces no parecen sitcoms, sino reality shows que filman con una cámara escondida a empleados tecleando frente a la computadora y replican las irónicas ocurrencias de una oficina. “Mythic Quest” (Apple TV+) y “The Office” (Amazon Prime Video) son dos grandes series que han encontrado un balance a su estilo particular para contar ese chiste que el “jefe” autoritario no contó bien, pero dio risa porque hizo el ridículo.
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El humor es una clave, como muchas veces lo hemos repetido, muy difícil de conseguir en la ficción. Más difícil que la tragedia o el terror. Pero los creadores Greg Daniels, Ricky Gervais, Stephen Merchant (“The Office”) y Charlie Day, Megan Ganz, Rob McElhenney (“Mythic Quest”) lo logran, cada uno a su estilo, manejando esos códigos donde la maldad es divertida y la burla expone circunstancias reales, como los estereotipos sobre la mujer o el bullying laboral.
MYTHIC QUEST
(Por Leslie A. Galván)
Sucede en una amplia oficina donde los jefes de una empresa de videojuegos barajan las decisiones de acción más arriesgadas buscando mejorar su producto estrella “Mythic Quest”, que a su vez está controlado por la compañía inversionista Ubisoft Montreal. ¿Pero quién es el jefe y quién el lacayo aquí? Nunca se ponen de acuerdo.
David (David Hornsby), el productor ejecutivo de la extensión del videojuego llamada “Mythic Quest: Raven’s Banquet”, tiene un severo problema para ejercer su autoridad en la empresa y más que nada funciona como una especie de mediador entre los desarrolladores del producto Ian (Rob McElhenney) y Poppy (Charlotte Nicdao), dos personajes narcisistas que tiran por el suelo el trabajo en equipo, por lo menos en la primera temporada de la serie.
DINÁMICA DE PODERES
La dinámica de poderes entre este hombre que se cree Dios de la belleza y la creación artística, Ian, y una mujer que no logra obtener el reconocimiento que merece en la industria de los videojuegos por ser subestimada muchas veces, Poppy, van a ser los protagonistas que te saquen una risotada cuando supuestamente deberías estar indignado. Pero lo más gracioso es que, incluso cuando ella llega a odiar a su contrincante laboral, ellos juntos no dejan de desautorizar a David.
No solo pasa que el conflicto de cómo crear “una obra maestra” del videojuego genera problemas en la oficina, sino que muchas veces los personajes tienen el obstáculo del jefe de monetización, Brad (Danny Pudi), el villano que se burla de las excentricidades de los trabajadores al importarle realmente un bledo la parte artística. Su único propósito es ganar dinero exprimiendo el bolsillo de sus clientes, en este caso, jóvenes (varios de ellos niños) consumidores de “Mythic Quest: Raven’s Banquet”.
Es la lógica común de la oficina, muy parecida a “The Office”, donde los empleados luchan por tener mayor protagonismo en la parte creativa, pero solo encuentran trabas y tienen deslices con sus compañeros y con el mismo líder del equipo. En ocasiones, la ternura se combina con el deseo de poder cuando personajes secundarios y más jóvenes, como Jo (Jessie Ennis) o Rachel (Ashly Burch), sabotean o piensan en nuevas formas de robarse el crédito, por lo que la historia funciona también como una crítica a una industria muy competitiva.
Pero, además, los personajes tienen características siniestras. Jo, por ejemplo, una joven practicante que menciona mucho la palabra “suicidio”, está obsesionada con asistir a Ian, cuando en realidad es ayudante contratada de David, el productor ejecutivo que no puede mantener a su lado a su propia asistente por su falta de liderazgo. Siendo el jefe de la empresa, no puede tratar con un psicólogo profesional su debilidad y no tiene mejor idea que acudir a la gerente de Recursos Humanos, Carol (Naomi Ekperigin), para ser escuchado, aunque ella no sabe cómo decirle que no lo quiere escuchar.
LOS INFLUENCERS GANAN
La serie no solo proyecta una falta de compromiso de equipo o el bullying a Poppy de parte de su pareja creativa. Casi la mitad de la primera temporada de nueve episodios, incluido uno especial llamado por pandemia llamado “Cuarentena”, resalta la importancia empresarial de los influencers en la industria de los videojuegos.
No tienes que haber jugado un solo videojuego para ver “Mythic Quest”, porque la serie deja claro cómo se trabaja en un mundo como este, donde las mujeres ven más obstáculos que facilidades laborales para destacar entre tantos hombres. Esto queda claro cuando los mismos creadores masculinos no ven sino hasta el último minuto la posibilidad de que una de las monitoras gamers, Dana (Imani Hakim), promocione su producto. Todo esto sigue pasando en clave humorística.
Es así como se forma una guerra entre marcas de videojuegos que pelean por quién tiene el mejor producto y para eso utilizan a sus influencers estrellas, la mayoría adolescentes o niños, que en realidad tienen un sentido muy crítico y están más informados que cualquier productor ejecutivo.
Los episodios de “Mythic Quest” tienen una duración corta de 30 minutos que te permite devorarla sin parar en toda una tarde. La serie explora todos los posibles recursos narrativos, diferentes en cada sitcom, porque selecciona ciertas historias de origen de los personajes para engancharte hasta el final, cuando descubres la relación del capítulo 5 con el mensaje global de la historia. Definitivamente recomendada para pasar un buen momento y echarle un poco de humor a las desgracias laborales que siempre hacen menos daño cuando son graciosas, así que corre a ver la primera antes del estreno de la segunda este 7 de mayo.
Calificación del autor: ★★★★
THE OFFICE
(Por Pierina Denegri Davies)
Disponible en Amazon Prime Video
Una de las sit-com de culto es “The Office”, una adaptación de la serie británica del mismo nombre que se estrenó en la NBC en 2005. Con 9 temporadas y 188 episodios en total, la producción ha ganado premios Primetime Emmy y Peabody. La trama sigue a un grupo de trabajadores de la empresa de suministro de papel Dunder Mifflin, ubicada en Scranton, Pensilvania (EE.UU.). La serie fue creada por Greg Daniels, un antiguo guionista de los programas “Saturday Night Live”, “Los Simpson” y “Parks and Recreation”, entre otros.
Una de las características más entretenidas es que se presenta bajo el formato de falso documental (o mockumentary en inglés). Es decir, los personajes reconocen la presencia de las cámaras y, en momentos, se dirigen a estas haciendo comentarios de lo que pasaron. Incluso, varias de las escenas más graciosas son coronadas con miradas escépticas o sarcásticas a la cámara, rompiendo la cuarta pared. Este estilo permite dos cosas: primero, que incluso los momentos más íntimos, incómodos o extraños se graben y, segundo, que las cámaras puedan acompañar al grupo en sus diversas aventuras fuera de la empresa.
EL ABANICO DE PERSONAJES
Esta historia se mantiene gracias a sus personajes. Aceptémoslo, a primera vista seguir el día a día de una compañía de papel puede sonar realmente aburrido, pero estos personajes son la chispa necesaria para que cualquiera se enamore de la serie. Tenemos a Michael Scott (Steve Carell), quien es el gerente y la cabeza del equipo. Pero no esperes una figura paterna, entrañable y considerada (al menos no por completo), Michael puede llegar a ser un desastre: es flojo, evita la confrontación, es egoísta, inculto, lleno de falsa sabiduría y la lista puede seguir.
También está el excéntrico, competitivo y, por momentos, autoritario Dwight Schrute (Rainn Wilson) quien admira con todo el corazón a Scott y trabaja como vendedor. La “pareja” de la serie está a cargo de los actores John Krasinski y Jenna Fischer, quienes interpretan a Jim y Pam. La primera es la tímida recepcionista que tiene que aguantar al jefe y el segundo es el bonachón y encantador vendedor. El equipo de ventas está complementado por Phyllis (Phyllis Smith) y Stanley (Leslie David Baker). Los contadores son Angela, Kevin y Oscar, interpretados por Angela Kinsey, Brian Baumgartner y Óscar Núñez. Otros de los trabajadores son el encargado de recursos humanos Toby (Paul Lieberstein), la responsable de servicio al cliente Kelly (Mindy Kaling) y el pasante Ryan (B. J. Novak).
Gracias a las 9 temporadas con las que cuenta, no se puede decir que Michael es el personaje principal, o siquiera que existe uno. Aquí los protagonistas son el grupo. Por lo tanto, tenemos oportunidad de conocer a cada uno de ellos con sus historias, victorias, fracasos, secretos, relaciones y más.
EL HUMOR EN LO ABSURDO
Todos parecen encajar en un estereotipo: el nerd y raro, el jefe pesado, la recepcionista callada, el encantador vendedor, etc. Y los juegan muy bien, tanto así, que la risa por momentos se convierte en vergüenza ajena total. El recurso principal es el uso (y a veces abuso) del humor de lo absurdo y resulta una apuesta refrescante. Las situaciones que viven, como un paseo a la playa, un simulacro contra incendios o un cumpleaños, pueden estar plagadas de malas decisiones y de momentos realmente bizarros, así que cabe aclarar que este tipo de comedia puede no ser para todos.
Pero “The Office” no solo apuesta por la exageración de sus personajes y de situaciones extrañas, sino que va más allá y nos brinda momentos únicos de pureza, ternura y amor. Este equilibrio que logran entre la comedia y lo entrañable hacen tan especial a esta producción. Así, somos testigos de romances complejos y honestos, confesiones impactantes y situaciones donde se muestra la verdadera amistad que une a algunos de estos personajes. Que estas pequeñas luces cálidas sean tan esporádicas y momentáneas, es lo que permite no tildarla de empalagosa.
UN ESPACIO LLENO DE OPORTUNIDADES
Tengo que reconocerlo, ¿quién hubiera pensado de una compañía en una ciudad pequeña sería el escenario perfecto para una comedia? Cuando comencé a ver la serie, lo que me permitió darle click es la fama existente, pero no la descripción que proponen en Amazon Prime Video. ¿En cada episodio pasan tiempo en la oficina? Sí, por supuesto, pero el guion y la dirección están tan bien presentados que nunca resulta aburrido o repetitivo.
Además, la serie no está sujeta a un espacio físico delimitado. Vemos visitas a la playa, reuniones en las casas de algunos de los trabajadores, viajes en auto, visitas a la oficina central de Dunder Mifflin que queda en Nueva York y fiestas (muchas de estas) dentro y fuera de su centro de trabajo. Estos otros lugares nos permiten compenetrarnos mucho más con los personajes y cada oportunidad que tuvieron para hacernos explotar de risa, la tomaron.
“The Office” es de esas series que tienes que empezar a ver con la mente abierta. No es un humor amigable y suave, sino que impacta por ser ácido, incómodo, irónico e incluso inapropiado para algunos. Una vez que pases esa barrera, será inevitable que te encariñes con cada uno de los personajes y sus historias, pero también puedes detestarlos y está bien. Dentro de todo, son personajes muy humanos porque nos muestran la combinación de caos, bondad, rareza, malas y buenas decisiones e impulsos que somos. Y un agregado realmente genial es la comunidad de seguidores de la serie, que nunca descansa y siempre comparte nuevos memes realmente icónicos.
Calificación del autor: ★★★★★
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