No debería significar una dificultad mayor, pero las estadísticas alrededor de la segunda temporada de “Reacher” convierten el análisis de su contenido en un verdadero reto. La serie a cargo de Nick Santora, basada en “Mala suerte y problemas”, el undécimo libro de la saga publicada por el británico Lee Child, ha batido todos los récords en Prime Video. Por lo menos en Estados Unidos, bastaron sus primeros episodios para convertirla en lo más visto de 2023, dejando atrás a producciones no solo más costosas, sino mucho más ambiciosas desde lo conceptual.
Hablar de “Reacher” no es, sin embargo, bajar automáticamente el nivel del debate. En ocho episodios, la propuesta con Alan Ritchson a la cabeza ha sido clara en su intento por transmitir un concepto: estamos ante un súper héroe de carne y hueso que, desde su condición de ‘fortachón-vagabundo’, va por la vida haciendo justicia cada vez que el mundo parece necesitarlo.
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Así pues, cuando en el episodio inicial su exsubordinada de equipo militar Frances Neagley (Maria Sten) lo llama para avisarle que varios exintegrantes de la ‘Campaña 110′ estaban siendo desaparecidos y presuntamente aniquilados por una fuerza desconocida, él no dudó en tomarse un bus y viajar hasta Nueva York, el ‘corazón del mundo’ para resolver las cosas a su estilo.
Presumimos todos que se venía una cacería mayor. El mayor Reacher decidió reclutar uno a uno a los exintegrantes de su otrora compañía para, haciendo uso cada uno de sus mejores habilidades, dar con quien resultó ser un villano tan hablador como atrevido y a la vez genuino. Al menos al comienzo: Shane Langston (Robert Patrick). Este último, metido en un turbio negocio de armas que le generarían 65 millones de dólares en dividendos. Curioso el bajo monto pues, evidentemente, las historias de Hollywood hoy mueven sumas mucho más cuantiosas.
Pero dejando de lado ese negocio algo ‘menor’, la atención se centró entonces, durante los primeros tres episodios, en el equipo que Reacher reclutó. A Neagley se le sumarían Karla Dixon (Serinda Swan) y David O’Donnell (Shaun Sipos). La primera, tenaz, sin pelos en la lengua y capaz de ponerse cara a cara con el más temible de los villanos. La segunda, algo más estratega, a ratos cautivante, pero especialmente, dueña de una historia sentimental previa con Reacher, a quien antes no se le pudo acercar (“porque yo era tu jefe y eso no se hubiera visto bien”) y ahora sí podía besar y abrazar, en el momento indicado, claro, porque esta serie siempre fue para todo público. Por último, un personaje que fue apareciendo y desapareciendo en cada episodio: David, una especie de mitad agente, mitad exgigoló que de un momento a otro halla la mujer ideal y sienta cabeza. Él formó una dupla de bromas pesadas junto a su ‘exjefe’ Reacher. Y todo parecía enrumbado para tener una buena dosis de chascarillos como intervalo a espectaculares enfrentamientos.
Conforme avanzaba la temporada –ya con las cifras de récords en vistas más el anuncio de una tercera temporada circulando en prensa—los capítulos se iban sucediendo entre la búsqueda de Langston y la aparición de otros personajes, siempre secundarios. Allí surgiría, por ejemplo, Gaitano “Guy” Russo (Domenick Lombardozzi), un policía algo prepotente que, poco a poco se fue labrando una imagen de intachable, aunque desde Reacher hasta el último integrante de su exbatallón dudaban de él. Russo también investigaba todo alrededor de Langston, y en dicho proceso descubriría que su propio jefe de dependencia estaba amañado con el corrupto villano. Así pues, la relación entre Russo y Reacher fue variando, de la desconfianza a la colaboración inicial, para terminar en un estadío de admiración plena: el policía de Nueva York dio su vida para salvar a la hija de una de las testigos involucradas en este entuerto de los 65 millones de dólares.
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La muerte de Russo marcó un antes y un después en “Reacher 2″. Cada nuevo enfrentamiento era una oportunidad para que Neagley no oculte su temor. En algún momento le diría a su jefe Reacher –porque ella no dudó en seguir llamándolo jefe en los ocho episodios—”que ya había visto morir a un buen hombre en sus brazos, por lo que debía empezar a cuidarse más”. Y el fortachón hizo caso, aunque, para ser honestos, siempre estuvo expuesto a lo peor.
Ese es, seguramente, uno de los detalles que los fanáticos han comparado más entre la serie de Prime Video y las películas que alguna vez protagonizara Tom Cruise (la mitad en peso y tamaño que Alan Ritchson, claro). Nuestro protagonista (¡20 años menor que el otro millonario caballero!) se vio excesivamente ‘grande’ en pantalla. Sus movimientos eran siempre bruscos, a ratos lentos y en ocasiones hasta algo torpes. Pero todo eso siempre supo compensarse con una precisión casi heroica. Desde el golpe a la luna de un extorsionador que abre la temporada 2 hasta la forma en cómo Jack se sostiene –con solo una mano—de la puerta de un avión en movimiento para luego terminar salvando de una muerte fija a sus amigos de siempre.
Pero antes de esta escena correspondiente al episodio final tocaría incidir un poco en algo que sería mezquino negarle a esta serie: su intento por dejar clara una esencia. El ‘vagabundo fortachón’ no vive amargado, al contrario, sonríe incluso cuando le hacen bromas pesadas. Los integrantes de su equipo le siguen el juego. Neagley es ácida en sus comentarios, y se toma una cerveza mientras espera que un despistado guardia le pida respetuosamente que se aleje del cuartel de Langston. Saltando al otro lado, la situación no es distinta: el citado villano es un cretino, no lo esconde, pero en ocasiones se excede. Tanto que pasamos de la risa al tedio. Ocurre cuando empieza a decir insulto tras insulto, como víctima de un guion ciertamente imperfecto. “Averigua por qué sigue sonando esa p… música”, “arráncalo de una vez, hijo de p…”, “Tamad…, Reacher”. Tal verbo ‘florido’ interrumpe la atención en otros detalles, como, por ejemplo, que el episodio 8 cierra dejando de lado olímpicamente a secundarios que prometían mucho más.
Tal vez el mejor ejemplo de esto último sea A.M. (Ferdinand Kignsley), quien se la pasó infundiendo terror en siete capítulos para en el epílogo apenas morir acribillado por Reacher y sus compañeros en, valgan verdades, tal vez la escena mejor lograda. El tipo, maletín con 65 millones de dólares en la mano, se niega hasta el último momento a decir a quién le vende las armas. “Eso arruinaría mi reputación (…) entre el vendedor de armas y el usuario, prefiero ser el vendedor, porque la mentalidad que se debe adoptar para apretar el gatillo no es mejor…”, dice cuando le descerrajan el primero de los más de 20 disparos que recibió sobre una alfombra persa. Final limpio, pero desarrollo algo decepcionante.
Ya teniendo en cuenta que habrá una tercera temporada, tocaba ver cómo Nick Santora, los guionistas y la propia Skydance Televisión cerraban el episodio 8 de la parte dos. Decidieron, en un movimiento acertado, remarcar el carácter noble y lo buen compañero que era (y es) el mayor Reacher. No se quedó con más dinero que lo que equivaldría “un pasaje para recorrer todo Estados Unidos las veces que desea”. Siempre en bus, por supuesto. Los millones restantes fueron para gestiones benéficas en favor de las víctimas y deudos de la matanza que significó esta temporada dos, pero también en favor de la familia de Neagley, Dixon y el propio O’Donnell (“Todo lo puse a nombre de tus hijos para sus estudios, pero te quedará algo para los abogados, cuando los necesites”, le diría Reacher a su amigo, medio en broma y medio en serio).
La temporada 2 de “Reacher” seguramente no competirá por los grandes premios de la TV, pero sí es un fiel recuerdo de que el género de acción --por sí solo-- siempre moverá multitudes. Las cifras reportadas por Prime Video en tan solo sus primeros episodios ratifican que una idea clara, y la búsqueda de una esencia, son tan o más importantes que las estrellas involucradas (Richtson todavía es limitado en los momentos dramáticos, pero lo es mucho menos que dos años atrás).
Ya con la estabilidad que le dan las millones de visualizaciones en streaming, y con una temporada tres definida, tocará ver, primero, qué libro de Lee Child será el elegido esta vez y, segundo, si este requiere solo al mayor Reacher con un elenco renovado o si, en su defecto, volveremos a verlo junto a su querida compañía 110.
¡A esperar!
REACHER 2/ PRIME VIDEO
Creador: Nick Santora
Elenco: Maria Sten, Serinda Swan, Shaun Sipos, Robert Patrick, Domenick Lombardozzi, Ferdinand Kingsley
Sinopsis: Cuando los miembros de la antigua unidad del ejército de Reacher empiezan a aparecer muertos, en su mente solo hay una cosa: venganza.
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