Los cambios a veces generan estrés, sobre todo después de unas largas vacaciones. ¿Cómo podemos hacer que nuestros hijos manejen este período de la mejor manera posible? Les comento cinco temas clave a tener en cuenta.
1. Establecer rutinas
Son muy importantes. Lo ideal es empezar a definirlas una semana antes. Sobre todo a la hora de comer, bañarse y acostarse. Así los chicos (y los padres) empezamos a despertarnos más temprano y no sufrimos cuando empiezan clases. Dormir bien, con las horas necesarias, es fundamental para el aprendizaje. Aparte, se sabe que dormir mal puede afectar nuestra salud integral, atención, carácter y tolerancia.
2. Organizar un reencuentro con los compañeros antes de empezar el colegio
Este punto es igual de importante que los demás. Creo que después de tanto tiempo sin ver a sus compañeros, reunirlos antes ayuda a liberar tensiones y a integrarlos. Si no se pueden juntar todos, traten que sean uno o dos compañeros de su clase. Sin lugar a dudas, a mis hijas les ayuda mucho hacerlo y ayuda a que se sientan más cómodas de ir su primer día de clases.
3. Usar ropa cómoda
Esto es sumamente importante por dos motivos. El primero es por salud: es imprescindible elegir las tallas adecuadas de uniforme y calzado, ya que el niño estará muchas horas al día con ellos. Tenemos que probarlos antes de comprarlos y elegir los materiales adecuados, especialmente algodón. Si el colegio lo permite, mejor usar sandalias en verano o calzado de puntas amplias y redondeadas, para que los dedos estén cómodos. El segundo motivo es por la emoción. Al alistar su ropa y calzado los chicos se emocionan y empiezan a proyectar su regreso a clases positivamente.
4. Visita al pediatra
Si no han hecho su chequeo anual es buen momento de ponerlo en agenda antes de empezar clases. El pediatra verá su carta de vacunación para tener las vacunas al día y probablemente ordenará un examen de hemoglobina. Nunca está de más una visita al oftalmólogo y dentista.
5. Loncheras listas
Tener un plan de loncheras semanal y hacer las compras necesarias ayuda mucho. Lo mismo va por tener contenedores para transportar y conservar los alimentos, y un toma-todo (que sea solo de agua, ya que es la mejor opción para los chicos). Para armar las loncheras hay una forma clásica que nos enseñó la nutricionista Analía Benavides: esta debe contener alimentos reguladores (frutas y verduras) + energéticos (carbohidratos y grasas) + constructores (proteínas). Para Benavides las loncheras deben ser fáciles de preparar, ligeras, y con alimentos de calidad que no se vayan a descomponer.
Aquí algunas alternativas:
-Frutas y verduras: Usar las de estación y de preferencia elegir las que no se oxidan rápidamente.
-Carbohidratos: Variedades de pan, choclo, papa, camote, quinua, arroz, canchita, tortilla de maíz o harina, masa wantan, etc.
-Grasas: Aceite de oliva, aceitunas, palta, frutos secos (almendras, pistachos, nueces, avellanas, semillas tipo de girasol)
- Proteínas: Huevo, pollo, carne, yogurt natural, atún, quesos, etc.
Siempre recomiendo no complicarnos mucho y preparar los alimentos en su forma más natural posible. Esto les sirve a los chicos para familiarizarse con los alimentos y a nosotros nos hace la vida más fácil, ya que no requiere de mucho tiempo para prepararlo. Cumplir en conjunto estos puntos hará que haya armonía e ilusión de comenzar el nuevo año escolar para toda la familia.