Al doctor Pérez-Albela no le estresa el tráfico limeño. Acaba de regresar de Cusco y está en un taxi que no avanza por Faucett. Son las 3:00 p.m., para muchos una hora de terror para salir del Aeropuerto Jorge Chávez. Para él, en cambio, es una oportunidad de hacer actividades que lo hagan feliz. Por ejemplo, tener una buena postura corporal. Sentarse bien, con la espalda bien recta y las piernas en el sitio adecuado. “Eso, con el paso del tiempo, te hace feliz”. El médico, escritor, conferencista y conductor (volverá a la TV el 13 de abril en América Next) es reconocido por ser un hombre de una espiritualidad avanzada. La tranquilidad, sencillez y energía que transmite son perfectas para este miércoles 20 de marzo, fecha en que se celebra el Día Internacional de la Felicidad.
Le pedimos que nos dicte las reglas básicas para ser feliz en un país con más de 30 millones de habitantes y miles de problemas que no parecen tener solución.
Creer en ti. Felicidad viene de fe. Fe es confianza. Cuando crees en ti, eres feliz. Eso implica conocer nuestra real naturaleza y alejar el ego. Y el apego. Cuando surge el ego, surge el egoísmo. Y eso genera infelicidad. Creer en ti significa dejar de lado el “yo hubiera” y pensar siempre en el “yo quisiera”. El “yo hubiera” te deprime, el “yo quisiera” te impulsa a salir adelante.
Actividad. Moverse, en otras palabras. Cuando te mueves, cuando haces ejercicios, tu cuerpo genera endorfinas. Esas endorfinas te hacen feliz. El paciente que es operado y no se mueve, se deprime. Levantarse temprano, madrugar, ver la luz del amanecer y sentir el silencio de la mañana. Todo eso te hace feliz. Lo mismo que dormir bien. No hay nada como descansar ocho horas o tomar una buena siesta. Todo se logra con hábitos. La mayoría de personas solo piensa en comer para vivir. Eso no es lo correcto. Lo correcto es vivir, ser feliz, hacer lo que te gusta, y el comer llega solo. Estar subidos de peso nos dificulta la respiración, nos hace perder lucidez. Pensamos que nos hace feliz, pero no.
Amar lo que haces. Esto es algo que siempre relaciono con la vocación. Cuando estudias algo que no te gusta, te aburres. Sientes que el tiempo pasa muy lento. Muy diferente es cuando haces algo que te apasiona. Tienes que gozar con lo que haces. Hacer de tu hobbie un medio de ingreso y pagar, sin amarguras, tus deudas. Pagar con alegría. ¡Qué importante es pagar! Somos buenos para pedir prestado, pero no para pagar. Eso nos hace infelices.
Compartir y perdonar. El diezmo es una ley. “No soy feliz porque recibo muy poco”, dicen muchas personas. Yo les digo: ¿no será que estás dando muy poco? Feliz no es el que recibe, feliz es el que da a los demás. Vivir bajo la ley del eco, del rebote. Todo regresa, todo vuelve. Y perdonar es otra ley. Perdonar es dar felicidad. Cuando no perdonas tienes estreñimiento mental. Igual de importante es perdonarse uno mismo.
Saber que todo es cíclico. Todo en el mundo da vueltas. No podemos alegrarnos demasiado por algo ni tampoco ponernos muy tristes. Todo gira en este mundo. Yo siempre digo: no hay mal que por bien no venga, ni bien que mal no venga. Tener serenidad para afrontar los problemas del día a día te convertirán en una persona feliz. Si hoy estás mal, dentro de poco estarás bien. Ten serenidad.