Joaquin Phoenix es una estrella de cine con todo lo que eso significa, aunque a él no le guste admitirlo. Hace poco ganó el Globo de Oro a mejor actor de drama, hace horas se quedó con el Oscar por interpretar al “Joker” y lo llaman actor de culto, que es como suelen llamar a los artistas cuyo prestigio sobrepasa la fama. No tiene redes sociales, pero sabe conectar con las grandes audiencias. De un tiempo a esta parte, cada película que estrena genera un revuelo mediático, como si se tratara de una leyenda de rock que vuelve a salir de gira después de varios años. Algo de eso se vio, por ejemplo, en la última edición del Festival de Cine de Venecia. Tras la primera proyección de “Joker”, cinta que protagoniza y que ha sido alabada por la crítica, fue aplaudido alrededor de ocho minutos. Conmovido y algo abrumado, tuvo que pedir que paren.
En esta nueva versión de “Joker”, dirigida por Todd Phillips, Phoenix interpreta al villano más icónico de los cómics, conocido también como el Guasón. El actor confesó que el proceso de darle vida lo afectó psicológicamente. Para asumir el papel bajó alrededor de 23 kilos, con la intención de encarnar mejor al personaje: un hombre frustrado, consumido por la locura, que se convierte en criminal. Hay quienes dicen que su actuación lo perfila como firme candidato a llevarse el Óscar a Mejor Actor. Quizás no le interese ganar el premio, pero de suceder consagraría una prolífica carrera de casi cuatro décadas.
-MARCADO POR LA TRAGEDIA-
Joaquin Phoenix nació en la ciudad de San Juan, en Puerto Rico, dentro de una familia atípica. Es el tercero de cinco hermanos. Sus padres se conocieron en plena efervescencia del movimiento hippie y se unieron a la secta Niños de Dios, recorriendo México y Centroamérica como misioneros. A su regreso a Estados Unidos, su madre comenzó a trabajar como secretaria en la NBC y su padre se dedicó a la arquitectura. Afincados en Los Ángeles, ellos pensaron que era una buena idea que sus hijos ingresen al mundo del espectáculo. Los niños empezaron a tocar y cantar en las calles de West Hollywood y fueron representados por Iris Burton, la mejor agente juvenil de los años ochenta.
Su primera gran película fue “Parenthood” (1989), de Ron Howard, que lo consolidó como una figura infantil. Sin embargo, la estrella de la familia era River, su hermano mayor, considerado entonces como uno de los actores con mayor proyección en Hollywood. Con 23 años había sido nominado a los Premios Óscar, los Globo de Oro y la crítica lo respaldaba. Nada hacía presagiar que sus vidas cambiarían para siempre la madrugada del 31 de octubre de 1993.
Esa noche, ambos hermanos fueron al club nocturno The Viper Room, que le pertenecía, entre otras personas, al actor Johnny Depp. River iba a tocar con su amigo Michael “Flea” Balzary, bajista de los Red Hot Chili Peppers, pero en algún momento se dirigió al baño a consumir drogas duras. Un rato después se sintió mal, salió de la discoteca y se desplomó en la calle. Joaquín, de 19 años, hizo una angustiada llamada al 911 pidiendo auxilio, pero no pudieron salvarle la vida a su hermano. La autopsia reveló que falleció por una fatal mezcla de cocaína y heroína.
Este hecho lo marcó profundamente. “Yo crecí en una familia muy alegre y optimista, y esa fue la primera vez que nos enfrentamos a la tragedia, pero son cosas que pasan a nuestro alrededor. La mayoría de nosotros no somos conscientes de la suerte que tenemos”, dijo Joaquin Phoenix en una entrevista con El País. El circo que se montó alrededor de la muerte de su hermano hizo que se genere en él un sentimiento de rechazo hacia Hollywood y la prensa. “El interés de los medios de comunicación interfirió mucho en nuestro proceso de duelo y de aceptación de lo que había sucedido”, añadió.
Fue así como descubrió el lado oscuro de la fama.
-VUELTA A LA PÁGINA-
Después de alejarse por dos años de la actuación, Joaquin Phoenix volvió a escena con la película “To Die For” (1995), del cineasta Gus Van Sant. El año 2000, interpretó al emperador Commodus en “Gladiador”, rol que le dio su primera nominación al Oscar y el estatus de estrella en el firmamento hollywoodense. Le siguieron éxitos como “Signs” (2002), “Walk the line” (2005) y “We Own the Night” (2007).
“Probablemente, hasta antes de “Gladiador”, Joaquin seguía siendo el 'hermano menor de River Phoenix'. Luego de eso fue un camino largo, en el que si bien participó de películas de estudio (estuvo notable en “Walk the line” como Johnny Cash, por lo que obtuvo su segunda nominación al Óscar), las fue abandonado de a pocos hasta alcanzar una madurez interpretativa que lo llevo a sus mejores actuaciones como en “Her” y sobre todo en “The Master” y “You were never really here””, comenta Maykoll Calderón, periodista especialista en cine.
Mención especial merece el falso documental “I’m Still Here”, donde Phoenix se interpreta a sí mismo. La película sigue a un personaje llamado Joaquin Phoenix, quien, gordo y barbudo, dice que se embarcará en una carrera como artista de hip-hop. Aparece fumando hierba, resoplando cocaína, invitando prostitutas a su casa, como un paranoico. Dicen que es una de las pocas grandes cintas sobre celebridades y una de sus más provocadoras actuaciones.
Entonces, la pregunta cae por su propio peso: ¿Es Joaquin Phoenix el mejor actor de su generación? Maykoll Calderón opina al respecto: “No creo que sea el mejor sin discusión, pero sí se trata de uno de los mejores. Esa fama viene quizás de que más allá de su talento innegable, siempre ha tratado de huir de las grandes producciones, aquellas que probablemente lo hubieran encasillado en roles repetitivos. Lo suyo ha sido un camino de riesgo que ha sido apreciado por directores como Paul Thomas Anderson, Spike Jonze, James Gray y Lynne Ramsay, que valoran su libertad artística”.
Luego de cumplir con los compromisos que supone el estreno de “Joker”, lo más probable es que Joaquin Phoenix vuelva a su ritmo pausado. Ese que lleva desde hace catorce años, tras salir de rehabilitación por abusar del alcohol. Por estos días vive con la actriz Rooney Mara, su novia, en el apacible barrio de Hollywood Hills, en Los Ángeles. No tiene hijos. En una entrevista con New York Times, contó que se queda dormido a las 9 p.m. y se levanta a las 6 a.m. Su rutina diaria consiste en responder correos electrónicos, leer guiones, jugar con su perro y ver documentales en Netflix. Tiene, a sus 45 años, la vida que siempre quiso.
Joaquin Phoenix alcanzó este domingo la gloria del Oscar de la mano de otro villano, el Joker. El primero de su carrera: va a necesitar una vitrina gigante, de esas que tienen los clubes deportivos, para colocar allí todos los que vienen. //
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